En vísperas del Día Internacional de la Juventud, mañana 12 de agosto, el Observatorio Generación y Talento hace un llamamiento para poner en valor el talento los jóvenes y su aportación al ámbito laboral.
La generación Y, nacidos entre 1982 y 1992, es una de las mejor formadas y con grandes capacidades; son comedores de retos, están preparados ante las nuevas tendencias y productos, compran y venden desde siempre por internet, conocen perfectamente los diferentes canales de comunicación, les gusta trabajar con flexibilidad, y tienen mayor conocimiento de la tecnología, son innovadores.
Los millennials tienen el conocimiento y la capacidad para acelerar la organización, pero tienen que ser desarrollados adecuadamente. Las responsabilidades (familiares, hijos, hipotecas) no están dentro de sus objetivos, prima su “YO”. No se deslumbran por las grandes organizaciones y necesitan empatizar con el proyecto, creen en él. Son el acelerador del cambio como generación pero no de manera aislada sino dentro de una organización con unos principios claros al respecto.
Por su parte, la generación Z, la mas joven, nacidos entre 1993 y 2010, tiene más conciencia social y un compromiso mayor con las causas solidarias. No dudan de que hay una importante crisis de valores, no toleran la corrupción y reclaman una acción más decidida ante las crisis humanitarias. Son jóvenes apasionados y con constantes ganas de aprender, aunque no necesariamente a través de los métodos tradicionales de formación.
Es la generación más consciente de la rapidez de los cambios y por eso, aunque su dominio de la tecnología y formación son admirados y temidos por el resto de generaciones, tienen grandes dudas de si tendrán oportunidad de demostrar su capacidad.
“La adversidad generacional ha situado a los jóvenes en un momento difícil”
El Observatorio subraya que la “adversidad generacional” ha situado a los jóvenes en un momento difícil de su compromiso con las organizaciones:
“La generación Y una de las primeras generaciones mejor formadas, se han encontrado con la precariedad del mundo laboral. Esta generación perdida, no ha encontrado trabajo, o en el mejor de los casos se han incorporado a puestos a los que no se corresponden con su formación, y sin olvidarnos que en muchos casos han tenido que salir fuera de nuestro país para encontrar otras oportunidades, pero sin embargo los queremos retener.
Los más mayores de la generación Z “ los eternos becarios”, están terminando sus estudios universitarios y se están encontrando que su ansiado master “las becas” en las organizaciones , no les garantiza un puesto de trabajo. Y, además, han visto cómo sus predecesores acumulaban títulos universitarios y másteres para no conseguir trabajo o incorporarse a un trabajo de baja cualificación.
Han crecido en el desencanto y en un mundo laboral marcado por la precariedad, en una posguerra del mercado laboral que provoca una incertidumbre.
El compromiso de la Red de Empresas
En el Día Internacional de la Juventud, el Observatorio Generación y Talento quiere también reconocer públicamente el compromiso de su Red de Empresas en materia de diversidad generacional.
La Red de Empresas del Observatorio Generación y Talento, son entidades que trabajan de manera conjunta, con expertos y líderes de opinión, para avanzar en la gestión de la diversidad generacional como elemento estratégico para atraer, retener, motivar y comprometer a su capital humano y así mejorar la productividad y competitividad de sus organizaciones.
Forman parte de esta Red de Empresas: Atos, AXA, Banco Sabadell, Banco Santander, Baxter, BBVA, Boehringer Ingelheim, CaixaBank, Correos, Dr. Schneider, EDP, Enagás, Endesa, Ferrovial, Gas Natural Fenosa, Generali, Grupo Ilunion, Heineken, ICAI-ICADE, Laboratorios Quinton, Mapfre, MC Mutual, Meta 4, Quirón Salud, Repsol, Sandoz Farmacéutica, SGS, Súper Cuidadores, SUEZ, Unilever, Vodafone y Zurich.
El Observatorio Generación y Talento pretende ser un foro referente en materia de Diversidad, en que el talento generacional sea un criterio a desarrollar dentro de las organizaciones empresariales y gubernamentales. Que determine la mejora continua en las mismas, así como un factor determinante en la calidad de gestión de personas y por ende en la productividad y competitividad de las organizaciones.
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