¿Alguna vez has sucumbido ante la presión y la ansiedad y has acabado metiéndote al correo electrónico durante un fin de semana? ¿Hace cuánto de la última reunión donde tuviste que presentar un proyecto complicado y del que no estabas del todo seguro, enfrentándote a las miradas atentas y curiosas de importantes miembros de la empresa? ¿Cuánto queda para dejar de forzar alguna que otra carcajada cada vez que coincides con ese compañero de trabajo que se cree gracioso, pero no lo es tanto? Desde luego que, durante nuestras vacaciones, no echaremos en falta ninguna de estas situaciones.
Y es que, a veces, por más que seamos plenamente conscientes de la necesidad de desconectar, los fines de semana pueden quedarse cortos. Las vacaciones favorecen la mejora de la productividad y eficiencia laboral al regresar, ya que volvemos con una mente más fresca y un enfoque renovado. Alejarse del trabajo durante las vacaciones es esencial para cuidar nuestra salud y mejorar nuestra calidad de vida en general.