El desempleo a largo plazo

Cualquiera que haya estado en una situación de desempleo sabe que buscar trabajo es agotador, sobre todo a nivel mental. Si además no se recogen frutos pronto la consecuencia, en el peor de los casos, puede ser la aparición de cuadros de depresión en diferente grado (apatía, desesperanza, deterioro de la autoestima, interpretación del entorno laboral solo como amenazante, rigidez mental a la hora de calibrar alternativas o soluciones, angustia, etc.), estrés (cuando la persona percibe que las demandas del entorno laboral, del proceso de búsqueda de empleo o de sus diversos desafíos vitales exceden a sus recursos de afrontamiento) o ansiedad (que es un cuadro de activación fisiológica, inquietud, preocupación, alteración del sueño, etc. que puede combinarse con la sintomatología depresiva o a una situación de estrés).