La crisis de la COVID-19 ha traido consigo duras medidas medidas de distanciamiento que llevan meses obstaculizando relaciones y estímulos sociales. En el caso de las personas con discapacidad, estas retricciones pueden tener un impacto crítico en su desarrollo afectivo y emocional.
Según un informe publicado por Adecco, los encuestados opinan que el coronavirus ha truncado la buena marcha de la inclusión y que estamos ante una “década perdida” para la normalización de la discapacidad en la sociedad y en las empresas. Un 22,4% va más allá y cree que va a experimentarse un retroceso en el que las personas con discapacidad van a ser las grandes olvidadas. Frente a esta opinión, un 7,5% se muestra más optimista, defendiendo que la inclusión social y laboral mejorará en los próximos 10 años, en los que van a darse pasos muy importantes para la plena inclusión.
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