La felicidad es la nueva Lovemark de la empresa. A través del bienestar corporativo generamos compromiso, fidelidad y emoción, lo cual se traduce en ventaja competitiva y resultados visibles en el desempeño y el employer branding, con una menor rotación y una mayor atracción de talento. Como es bien sabido, todo directivo que lidere desde el bienestar dispara la motivación de sus equipos, por ende la productividad, y –algo sumamente importante en los tiempos que corren– la tolerancia a la incertidumbre y al cambio. Quien se declara feliz en su puesto de trabajo atesora una autoconfianza que, a su vez, potencia el hoy imprescindible coeficiente de adaptabilidad.
Todo son beneficios, pero hemos de tener presente que ser felices en el trabajo no solo es tener mesas de pingpong en los pasillos o un puñado de puffs de colores para reclinarse a pensar out of the box. Por supuesto que es importante diseñar un escenario que favorezca nuestra creatividad y emociones positivas (lo que en el Programa Executive Chief Happiness Officer de UNIR se llama “Bienestar por los 5 sentidos”), pero estas intervenciones sensitivas han de venir acompañadas de algo más.
La felicidad y el bienestar corporativo son el resultado de alcanzar la plenitud en tres dimensiones:
En el Programa en Chief Happiness Officer de UNIR se aborda estas tres dimensiones, a su vez, desde tres niveles: individuo, equipo y organización. Generan un juego de círculos concéntricos expansivos con el trabajador en el centro. Por eso lo han bautizado como Método Doshin’en, que en japonés significa “círculos concéntricos”, abrazando la enseñanza zen de que una diminuta gota de lluvia caída en un estanque provoca enormes círculos expansivos, del mismo modo que cualquier pequeña acción dirigida a incrementar el bienestar de las personas que trabajan en una empresa es capaz de alcanzar cotas de beneficio inimaginables.
El bienestar corporativo y la gestión de la felicidad ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una necesidad inexcusable. Las nuevas generaciones demandan una forma de liderazgo basado en el ser humano, que respete unos valores de plenitud personal y sostenibilidad acordes con los tiempos. Por ello, no solo aquellos que tengan un rol específico de CHO, sino todo directivo, ha de integrar con urgencia las 10 Habilidades del Líder del Bienestar para estar a la altura en este nuevo paradigma.
Si quieres integrar las 10 habilidades claves del Chief Happiness Officer de la mano de expertos en RRHH, Happiness, Liderazgo, Desarrollo Personal, Coaching…, descubre el Programa Executive en Chief Happiness Officer de UNIR.
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