No hablamos del típico cactus o la típica flor que ponemos al lado de nuestro ordenador en su empresa. No. Hablamos de un aguacate. Este trabajador decidió plantar un aguacate en su escritorio y, tras mimarlo y cuidarlo durante meses, llegó el coronavirus para separarles. Pese a todo este tiempo sin poder cuidarlo de cerca, parece que la planta ha sobrevivido y ha crecido a lo bestia.
¡Cómo en el cuento de la haba mágica!
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