Por qué apostar por el Talento Joven

No cabe duda de que nos encontramos ante un mercado en continua transformación que obliga a las organizaciones a replantearnos constantemente cuáles son los elementos clave que nos diferencian y nos permiten competir con éxito en un contexto cada vez más exigente y globalizado. Desde hace algún tiempo, se oye hablar con frecuencia de la importancia de apostar y gestionar correctamente el talento dentro de la empresa como herramienta fundamental para alcanzar los objetivos marcados en el largo plazo. Y no estamos ante una teoría pasajera de algún gurú los recursos humanos o una simple moda de la que, tarde o temprano, dejaremos de oír hablar.

En este sentido, el talento se ha convertido en un objetivo estratégico dentro de los Departamentos de Personas, cada vez más conscientes de que los profesionales que forman el equipo humano de una compañía son un valor decisivo y quienes realmente pueden marcar la diferencia en un mundo tan competitivo como el actual. Por ello, una de las principales inquietudes para los expertos en Recursos Humanos gira en torno a la necesidad de disponer de mecanismos que les permitan identificar, captar y retener aquellos perfiles que son clave para la compañía. Pero el mercado laboral cambia a pasos de gigante y genera desafíos que nos obligan a explorar nuevas líneas de actuación y a renovar algunas ideas del pasado con el fin de conseguir atraer a nuestros proyectos a las personas más afines y preparadas.

El contexto en el que se mueven las empresas actualmente es muy distinto al de hace una década y el perfil de los profesionales con quienes compartimos a diario la oficina está cambiando y evolucionando a la misma velocidad que lo hace la propia sociedad. Una nueva generación de jóvenes, conocida como los “Millennials”, altamente cualificada y con unas inquietudes y motivaciones muy distintas a las de generaciones anteriores, está irrumpiendo con fuerza en la vida laboral, lo que supone todo un reto para los responsables de gestión de personas. Así, el éxito futuro de las empresas pasa por saber cómo atraer, integrar y aprovechar a estos nuevos profesionales que traen consigo nuevas ideas, valores y prioridades.

En Línea Directa somos conscientes desde hace tiempo del potencial y del valor que aporta esta nueva generación de jóvenes con una amplia formación, ganas de aprender, dominio de las nuevas tecnologías, capacidad de innovación o habilidades para trabajar en equipo, entre otros atributos. Pensando en ellos, hemos puesto en marcha un ambicioso programa denominado “Talento Joven”, una iniciativa orientada a estudiantes universitarios y de master que deseen obtener una formación práctica y una experiencia laboral en un entorno de trabajo colaborativo, exigente y motivador.

El programa «Talento Joven» ofrece una oportunidad a los candidatos seleccionados para acceder a su primera experiencia en el mundo de la empresa en alguno de los departamentos de Línea Directa, recibiendo una formación personalizada, basada en el perfil de cada estudiante, y con el apoyo y la supervisión, en todo momento, de la figura de un tutor del área de negocio en la que se incorporen y de un mentor de Recursos Humanos. Adicionalmente, los jóvenes que destaquen por su desempeño y compromiso tendrán la posibilidad de acceder a un plan de carrera incorporándose al equipo de la aseguradora.

Además, el programa pretende convertirse en un punto de conexión con el mundo académico, así como ser un elemento estratégico dentro de las políticas de captación del talento de Línea Directa para lograr atraer a perfiles que son esenciales dentro del sector asegurador tales como actuarios, matemáticos e ingenieros, profesionales con una alta demanda en el mercado actualmente.

Con todo ello y teniendo en cuenta los nuevos retos a los que debemos hacer frente, el papel del Departamento de Personas es ahora más importante que nunca para conseguir un cambio en las estructuras de sus organizaciones y lograr sacar partido a una nueva generación que, sin duda, supone una oportunidad pero que también requiere de un cambio en los paradigmas de la gestión de personas.