La inteligencia artificial continúa expandiéndose en el ámbito laboral, académico y empresarial, pero su verdadero valor se logra únicamente cuando la tecnología y la cultura organizacional están alineadas, según un análisis reciente de especialistas en transformación y organizacional de Olivia.
Argentina se destaca por un avance significativo en la adopción de IA en empresas de diferentes segmentos y verticales. De acuerdo con un relevamiento de Microsoft (2025), el 60% de las organizaciones locales ya utilizan algún tipo de IA, cifra que asciende al 85% en compañías nativas digitales y al 96% en empresas medianas. En promedio, estas organizaciones destinan el 24% de su presupuesto de TI a soluciones de IA, principalmente para ganar competitividad (51%) y aumentar la productividad (44%). La mitad de las entidades consultadas ya reporta resultados positivos de sus inversiones, especialmente en áreas como atención al cliente (69%), marketing y comunicaciones (42%), y recursos humanos (28%), según datos de SAP (2025).
En América Latina, el proceso de adopción también avanza, aunque con diferencias respecto al promedio global. Según IBM (2023), un 29% de las empresas de la región ya implementa soluciones de IA y un 43% se encuentra en fase de exploración. Otro estudio de NTT DATA reveló que apenas un 37% de las compañías latinoamericanas utiliza IA de forma activa, frente al 42% de las empresas en el mundo. En cuanto al impacto en el trabajo, el Banco Mundial y la OIT estiman que la inteligencia artificial generativa podría aumentar la productividad entre un 8% y un 14% en la región, aunque solo entre el 2% y el 5% de los empleos corren riesgo de automatización total.
En este contexto, los especialistas de Olivia destacan tres factores clave para un uso efectivo de la IA:
- Conocimiento y metodologías validadas, que permitan contextualizar y adaptar el contenido generado.
- Validación humana experta, indispensable para garantizar calidad, impacto y pertinencia.
Medición y ajuste continuo, ya que la transformación no es un proceso estático sino dinámico, para lo cual la organización tiene que estar culturalmente preparada.
“Las cifras reflejan un fuerte avance en la adopción de inteligencia artificial en la región, con Argentina como un caso destacado: la mayoría de las organizaciones ya la utilizan y comienzan a ver beneficios concretos. Sin embargo, persisten desafíos estructurales centrados en la cultura: pocas compañías han logrado una integración profunda y, en muchos casos, el obstáculo sigue siendo convertir esas iniciativas en una transformación duradera. Es en este punto donde cobran relevancia la validación humana, la mirada ética, la capacitación constante y una estrategia flexible, en definitiva, la cultura de cada compañía. El desafío de los proyectos de IT sigue siendo incluir la agenda cultural para reducir los riesgos del proyecto, donde hoy entre 7 y 8 de cada 10 proyectos de innovación fracasan por temas culturales”, puntualizó Ezequiel Kieczkier, CEO y Socio fundador de Olivia.