Los diseñadores gráficos están de moda: más del 80% de las empresas cuenta ya con este perfil

El puesto de diseñador gráfico se postula como uno de los más demandados en los próximos años. Las nuevas generaciones se van adaptando a las profesiones del momento y la oferta empresarial sigue en busca de los grandes talentos de esta área. Hay estudios que vinculan un buen diseñador gráfico con el aumento de ingresos en hasta un 32%. Y la réplica se puede ver en las aulas con un incremento del alumnado en algunos de los centros especializados.

La importancia de este cargo hace que muchos de los ingresos dependan de su buen hacer. Un estudio elaborado por la consultora McKinsey (2018), recogió que elaborar el diseño gráfico adecuado permite aumentar los ingresos y el rendimiento para los accionistas de una compañía mucho más que las rivales que no cumplen con estas expectativas. En concreto, se cifra un 32% el aumento de ingresos con un buen diseño gráfico, así como un aumento del 56% en el rendimiento para los accionistas a lo largo de todo un ejercicio.

Además, el mismo estudio señala que no importa el sector en el que se encuentre el diseñador gráfico, pues en los tres analizados el resultado fue el mismo: mayores ingresos y mejor rendimiento financiero. Tanto en compañías de bienes físicos, como aquellas centradas en productos y servicios digitales se vieron favorecidas en términos económicos al contar con un diseñador gráfico de calidad.

El concepto de diseñador gráfico se ha extendido a la par que las nuevas tecnologías han provocado nuevas formas de consumo. Si en un primer momento el diseño gráfico hacía referencia a la elaboración de la imagen de un producto para que este pudiera ser vendido, con la llegada de las páginas webs, aplicaciones y otras plataformas el concepto ha crecido lo suficiente. El diseñador gráfico actual se encarga de conquistar al consumidor o usuario para alcanzar un objetivo determinado.

Según un análisis de Piktochart (2021), especialistas en diseño gráfico, el 81% de las empresas tienen a algún responsable de este ámbito en sus compañías. El 19% restante no lo tiene, según el 67% de encuestados, por la inversión que se necesita realizar. Sin embargo, a excepción de este porcentaje, las empresas tienen claro el valor de este puesto hasta el punto de que el 50% aumentaron su inversión.

Este reclamo empresarial repercute en los centros de formación. LCI Barcelona, escuela especializada en el diseño y las artes visuales, para este curso 2022/2023 ha tenido que ampliar las clases para responder a toda la demanda del Grado de Diseño Gráfico. En concreto, el alumnado de este grado ha aumentado un 51% obligando a duplicar los grupos. Un reflejo de cómo está repercutiendo la nueva tendencia empresarial entre los jóvenes estudiantes.

Hoy en día, los diseñadores gráficos van más allá de la creación de ese producto. De ellos depende la experiencia de un usuario cuando visita una página web y que puede marcar la relación de esa persona con la empresa que corresponda. O también el conocido como branding, que es la gestión de una marca y su imagen por medio del diseño. Sin ir más lejos, los mismos datos de Piktochart destacan la relevancia de los diseños en material para redes sociales, folletos o carteles.

“El diseño gráfico está en pleno desarrollo. Cada vez prima más lo visual y las empresas impulsan de forma constante su área digital. Si a estos avances se le suma la importancia que ya tenía el diseño gráfico en compañías tradicionales, el resultado es una profesión cada vez más demandada tanto por empleadores como por estudiantes”, asegura Anna Pallerols, responsable del área de Diseño Gráfico de LCI Barcelona.

Al igual que las empresas, los usuarios también lo valoran. La plataforma Kissmetrics, especializada en el seguimiento de usuarios en la web, señala que el 93% de los consumidores analiza los colores del producto antes de comprarlo. Además, el reconocimiento de una marca depende en un 80% del color. Otro estudio de Jan V.White incluso sitúa en el 90% la capacidad del color para determinar la decisión del consumidor.

“El diseño cada vez importa más tanto a las empresas como a los consumidores. De ahí que los jóvenes opten por formarse y especializarse en esta área, pues implica una gran rama de conocimientos y un amplio espectro de salidas laborales”, destaca Pallerols.