En un contexto global donde el equilibrio entre la vida personal y profesional se ha convertido en un indicador clave de progreso social, España ha dado un paso adelante en el ranking anual elaborado por Remote, plataforma global líder en gestión de recursos humanos para empresas distribuidas. El estudio, que analiza los 60 países con mayor PIB, sitúa a España en el noveno puesto, mejorando su posición respecto al año anterior y destacando en aspectos como días de vacaciones, inclusión laboral y seguridad pública.
El informe “Global Life-Work Balance” evalúa una amplia gama de factores, desde las vacaciones anuales y los permisos de maternidad o paternidad hasta la atención médica, índices de felicidad ciudadana y la inclusión LGBTQ+. Cada país recibe una puntuación sobre 100, donde Nueva Zelanda encabeza la lista con 86,87 puntos, mientras que Estados Unidos ocupa uno de los últimos puestos con apenas 31,17. España, por su parte, no solo mantiene su posición entre los diez primeros, sino que ha mejorado su puntuación respecto al año anterior con un total de 71,94, lo que refleja un avance significativo en políticas sociales y laborales como, por ejemplo, la reciente aprobación del proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral.
Uno de los aspectos más destacados de España es la gran cantidad de días libres que disfrutan los trabajadores. Con 36 días de vacaciones al año, incluyendo festivos, el país iguala a Finlandia y supera a la mayor parte del resto de países. Además, España ha reforzado su compromiso con la diversidad, alcanzando una puntuación de 83 sobre 100 en inclusión laboral para el colectivo LGTBI+, dos puntos más que en 2024. «Este progreso se debe en gran medida a las políticas de no discriminación y a la formación en diversidad impulsadas por empresas y administraciones públicas», explica Judith Planella, Directora de Marketing Regional en Remote.
La seguridad es otro pilar en el que España mantiene una posición sólida, con una calificación de 1,65 en una escala donde 1 representa el mejor indicador. Este resultado, similar al de países como Noruega, refleja un entorno estable que favorece la conciliación. Además, el sistema de salud pública representa una gran ventaja para los trabajadores al garantizar acceso universal a servicios médicos de calidad sin costes directos, lo que contribuye a incrementar el bienestar general.
Entre las medidas que han contribuido a la mejora de España destacan la ampliación a 20 semanas de los permisos de maternidad y paternidad por nacimiento, situándose entre los más generosos de Europa, así como la aprobación de la jornada reducida que pretende ofrecer una mayor flexibilidad a los trabajadores para conciliar su vida laboral y personal. Gracias a estos avances, ya se está notando un impacto positivo en el índice de felicidad, que en tan solo un año ha aumentado de 6.42 a 6.47 sobre 10.
«Los países que más han avanzado en este ranking son aquellos que han implementado políticas sociales innovadoras, combinadas con crecimiento económico y sostenibilidad ambiental», señala Planella. En contraste, las naciones que han perdido posiciones enfrentan desafíos como la recesión, la inestabilidad política o el deterioro de servicios públicos.
El estudio posiciona a España junto a economías como Bélgica y Alemania, reconocidas por sus altos salarios y sistemas de bienestar, así como cerca de países nórdicos como Noruega y Dinamarca, referentes en felicidad ciudadana y permisos parentales. Este año, España incluso supera a Finlandia, anteriormente superior en estos indicadores, lo que demuestra el impacto de las reformas recientes.
El informe de Remote no solo mide cifras, sino también el pulso de una sociedad que prioriza cada vez más su bienestar.
Como señala Planella: “Países como Nueva Zelanda o Alemania demuestran que es posible competir económicamente sin sacrificar la calidad de vida. España tiene la oportunidad de convertirse en un referente en este equilibrio, pero para ello debe abordar desafíos como la desconexión digital real o la flexibilidad horaria. El futuro del trabajo no se trata de estar más horas, sino de crear condiciones donde las personas puedan prosperar tanto en lo profesional como en lo personal. En definitiva, el noveno puesto es un logro, pero también un recordatorio de que el camino hacia la conciliación plena sigue abierto”.