Con temperaturas que recientemente superaron los 40 grados en muchas ciudades españolas, cada vez son más las personas que evitan salir a la calle durante las horas centrales del día. Pero eso no significa que el consumo desaparezca, sino que se ha desplazado hacia lugares climatizados como grandes centros comerciales y áreas de ocio indoor.
Allí, mientras fuera el calor aprieta, se concentra una actividad intensa en cines, restaurantes, boleras, bares, espacios con camas elásticas o zonas de juegos. Esta nueva realidad exige una gestión de equipos ágil y basada en datos, capaz de anticiparse a los picos de demanda y de reorganizar turnos de forma flexible.
Estos entornos urbanos no viven una temporada baja ni pueden permitirse improvisaciones. Al contrario; necesitan saber en qué días, horas y ubicaciones hay que reforzar plantilla, qué perfiles deben estar disponibles y cómo garantizar que el servicio no se resienta, incluso cuando hay rotación de personal o contrataciones temporales. En ese escenario, las herramientas de Workforce Management (WFM) han pasado a jugar un papel esencial para planificar con precisión, optimizar recursos y asegurar tanto la continuidad del negocio como el bienestar de los equipos.
Turnos inteligentes para cuidar al negocio y a las personas
La gestión inteligente de los turnos permite, por ejemplo, que un empleado solo trabaje en las franjas de máxima rentabilidad, o que un local adapte su apertura al comportamiento real del cliente, no a un horario rígido e ineficiente. Y lo más importante: estas soluciones ayudan a evitar el agotamiento del personal, garantizando descansos, rotaciones adecuadas y la posibilidad de equilibrar las jornadas incluso en semanas de máxima intensidad.
En muchos de estos negocios, la presión operativa del verano recae sobre equipos reducidos que ven cómo los turnos se alargan o se reestructuran sin apenas margen. Las consecuencias no solo se notan en la calidad del servicio, sino también en la motivación del personal: cuando el equipo no sabe con antelación cómo será su jornada, cuándo podrá descansar o qué se espera de él, el riesgo de rotación y mal clima laboral se dispara. La tecnología, en este sentido, no solo ordena el trabajo, también reduce la tensión interna, promueve la conciliación y permite anticiparse a los conflictos.
Joaquim Borrás, consejero asesor de Sisqual® WFM destaca que «muchos de los negocios situados en centros comerciales o zonas urbanas de alta afluencia ya no funcionan con patrones previsibles. La demanda se concentra de forma abrupta, según el clima, los festivos o incluso las promociones del propio centro. Contar con una herramienta que traduzca todo eso en turnos coherentes, horarios sostenibles y decisiones operativas rápidas es fundamental para mantener la calidad de servicio y el margen».
Además, para negocios que incorporan personal eventual o con alta rotación —como ocurre habitualmente en verano—, las soluciones WFM permiten planificar con tiempo las necesidades de formación y evitar los desajustes propios de los refuerzos de temporada. La tecnología no sustituye a la gestión, pero le da al gestor la visibilidad y el control necesarios para que las decisiones tengan respaldo y resultados.
Borrás añade: «La cuestión no es solo si abrir más o menos horas, sino cuándo conviene hacerlo, con cuánta gente y en qué condiciones. En momentos como los actuales, no basta con cubrir turnos: hay que cubrirlos bien, cuidando al equipo y respondiendo con agilidad a lo que pide el cliente».
Sisqual® WFM destaca que muchas de las dinámicas implementadas durante el verano tienen un valor estratégico más allá de la temporada alta. Planificar con datos, integrar con rapidez a los refuerzos temporales y mantener turnos equilibrados permite a los negocios afrontar con mayor solidez cualquier periodo del año. Sus soluciones ayudan a consolidar una cultura operativa donde la eficiencia no dependa del calendario, sino de una planificación continua y bien estructurada.