Según el estudio “El sueldo no lo es todo: Informe sobre bienestar y talento 2025” de Factorial — plataforma de gestión empresarial líder en Europa—, aunque el 80 % de los asalariados ya disfruta de algún tipo de compensación flexible —como formación, seguro médico o tickets restaurante—, solo un 52 % conoce el concepto de retribución flexible. Esta brecha evidencia carencias en la comunicación interna de muchas empresas. Sin embargo, cuando se les explica en qué consiste, más del 90 % de los trabajadores valora positivamente este tipo de fórmulas y un 32 % las tiene en cuenta a la hora de elegir empresa.
Si bien el salario sigue siendo la base fundamental en la relación laboral —con un 87 % de empleados que lo señalan como su principal prioridad—, factores como el ambiente laboral y la flexibilidad horaria ganan cada vez más peso. De hecho, superan en importancia a los beneficios adicionales al salario, que solo cuatro de cada diez trabajadores consideran relevantes. Aun así, existe una demanda latente: más de un tercio de los empleados que no tiene acceso a opciones como transporte, guardería o gimnasio desearía poder beneficiarse de ellas.
En este contexto, la retribución flexible se perfila como un complemento estratégico que, sumado a un buen salario y a condiciones laborales favorables, puede incrementar significativamente la satisfacción y el compromiso de los empleados. Por ello, y según apunta el estudio, esta modalidad se consolida como una herramienta clave en las políticas de bienestar laboral de aquellas empresas que aspiran a ser más competitivas. Todo ello plantea una oportunidad clara para que las compañías refuercen su comunicación interna y gestionen mejor estos beneficios, convirtiéndolos en un aliado real para atraer y fidelizar talento.
Un tercio de los directivos la califica como “imprescindible” para atraer y retener talento
Aunque muchos managers de personas aún no identifican el término “retribución flexible” —un 29% lo desconoce, según el estudio—, la gran mayoría ya ofrece alguna de sus modalidades más comunes. A pesar de esta desconexión conceptual, nueve de cada diez empresas considera que se trata de una herramienta clave para un reto prioritario en el contexto actual: atraer y retener talento. De hecho, un 26% la califica incluso como “imprescindible” dentro de su estrategia de recursos humanos. Sin embargo, su expansión sigue encontrando barreras que no son económicas: una de cada tres compañías que aún no la aplican afirman que les gustaría hacerlo, pero la complejidad en la gestión y el desconocimiento de herramientas adecuadas siguen siendo los principales frenos.
Aunque algunas organizaciones valoran el ahorro fiscal que puede representar este tipo de retribución, sólo un tercio considera que este ahorro es realmente significativo. La mayoría ve estas políticas más como una inversión en employer branding y bienestar del equipo que como una mera vía de optimización de costes.
La retribución flexible reduce a la mitad la intención de cambiar de empresa
El engagement, o grado de vinculación emocional con la empresa, se ve claramente reforzado cuando se ofrecen beneficios como la retribución flexible. Entre los empleados que disponen de este tipo de compensación, el nivel de compromiso alcanza el 58 %, frente al 34 % entre quienes no lo reciben. Además, la intención de cambiar de empresa se reduce casi a la mitad cuando sí existen estos beneficios.
Desde el punto de vista empresarial, las compañías que apuestan por la retribución flexible muestran una mayor preocupación por retener el talento y perciben un nivel de engagement más alto en sus equipos. En cambio, aquellas que no lo ofrecen tienden a operar bajo una lógica de mínimos, con menor foco en el bienestar y la fidelización. Los datos apuntan a que invertir en beneficios adicionales no solo mejora la satisfacción, sino que promueve una cultura organizacional más consciente, comprometida y sostenible.
De hecho, los asalariados que reciben algún tipo de retribución flexible no solo se muestran más satisfechos, sino que también son el doble de propensos a recomendar su empresa como un buen lugar para trabajar. Aunque estos beneficios no encabezan el ranking de prioridades, se perciben como un gesto de atención que mejora significativamente la valoración del entorno laboral, junto a factores como el ambiente cercano, la justicia salarial o la estabilidad.