Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el 2024 fue el tercer año más cálido en España, tan solo superado por los dos anteriores. Durante el verano se encadenaron tres olas de calor con récords de temperatura, en un contexto global de calentamiento sin precedentes. De hecho, 2024 fue el año más cálido jamás registrado a nivel mundial, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), y marcó un punto de inflexión climático con manifestaciones preocupantes de fenómenos meteorológicos extremos, como el de la Dana de Valencia en octubre.
El aumento de la frecuencia e intensidad de los episodios de calor extremo ha puesto de relieve la urgencia de proteger a los trabajadores al aire libre o expuestos al calor, especialmente los del sector agrícola, la construcción o el mantenimiento urbano, así como a otros grupos más vulnerables al calor.
Esta necesidad ha impulsado la innovación tecnológica, dando lugar al desarrollo de soluciones orientadas a la prevención de riesgos. En este contexto, el uso de herramientas tecnológicas cobra especial relevancia para proteger la salud y la vida de los empleados más expuestos al calor extremo del verano.
Existen nuevas tecnologías como la Pulsera Canaria Plus, un dispositivo que permite monitorizar en tiempo real las condiciones térmicas a las que están expuestos los trabajadores, como la temperatura corporal, la ambiental, el tiempo de exposición al calor y el uso correcto de EPIs. Esta pulsera emite alertas visuales, sonoras y por vibración al detectar una situación de riesgo, facilitando una intervención inmediata por parte del trabajador o de los responsables de prevención.
“La prevención eficaz pasa por adelantarse al riesgo, y tecnologías como la Pulsera Canaria Plus nos lo permiten. No se trata solo de cumplir con la normativa, sino de proteger de forma real y proactiva a los trabajadores, especialmente en sectores expuestos a las altas temperaturas”, afirma Nuria Herrera, directora de Lyreco Intersafe.
Además de recurrir a dispositivos tecnológicos, Lyreco Intersafe, líder en Europa y experto en soluciones integrales de seguridad laboral y EPIs, ha compartido cinco recomendaciones prácticas para hacer frente a las altas temperaturas en el lugar de trabajo garantizando la salud, el bienestar y la seguridad de los trabajadores durante la jornada laboral:
- Hidratarse con frecuencia: se recomienda beber agua regularmente, incluso sin tener sed. Tener una botella de agua siempre a mano que no esté excesivamente fría evitará la deshidratación. Se recomienda beber entre dos y tres litros de líquido al día, evitando las bebidas azucaradas o con cafeína y optando por consumir fruta y verdura, alimentos que contienen agua y evitan la pesadez digestiva.
- Protegerse del sol: En caso de desarrollar la jornada laboral en el exterior, se aconseja cubrirse bien la cabeza con una gorra o sombrero, utilizar gafas de sol para proteger la vista de la luz solar y utilizar protector solar al menos cada dos horas.
- Utilizar ropa ligera y transpirable: Se recomienda optar por el uso de prendas holgadas, y de colores claros, ya que reflejan la luz y no atraen tanto el calor. En cuanto a tejidos, hay que descartar las fibras sintéticas como el poliéster, nailon, acrílicos, o polipiel, ya que son pesados y transpiran peor. Por el contrario, es recomendable el uso de tejidos naturales, como el algodón o el lino, que facilitan la evaporación del sudor. Además, en aquellos puestos que lo requieran, se recomienda el uso de equipos de protección adecuados a las necesidades del trabajador, tales como gafas de seguridad, guantes o sombreros con protección solar integrada, en el caso de que sea necesario.
- Priorizar tareas exigentes fuera de las horas de más calor: En caso de realizar actividades físicas, como son las labores agrícolas o de la construcción, es fundamental organizar la jornada laboral teniendo en cuenta las condiciones climáticas. Siempre que sea posible, se deben evitar las tareas más intensas entre las 12:00 y las 17:00 horas, así como las exposiciones prolongadas al sol.
- Realizar pausas con frecuencia: Aprovechar los momentos de descanso para refrescarse, beber líquido y recargar energía. En trabajos en el exterior, se aconseja habilitar zonas de descanso con sombra o bien ventiladas.
En caso de sospecha de estar sufriendo los síntomas de un golpe de calor, (mareo, dolor de cabeza, sensación de agotamiento, somnolencia, desorientación, problemas para caminar, temblores, calambres, o incluso, convulsiones), se recomienda llamar al número de seguridad y emergencias (el 112 en la Comunidad de Madrid).