Según Robert Walters, el 63% de los profesionales en España declaran sentir ansiedad a la hora de volver al trabajo después de las vacaciones, una sensación que también comparten sus homólogos en Francia (64%) y Reino Unido (78%).
La firma global de soluciones de talento Robert Walters ha preguntado a profesionales de Reino Unido, Francia y España cómo se sienten durante y después de sus vacaciones de verano, y qué aspectos mejorarían en la política de vacaciones de sus empresas.
Por un lado, la sensación de ansiedad generada por tener que volver al trabajo tras las vacaciones es algo común. Solo un 25% de los españoles dice sentirse completamente renovado y listo para volver a trabajar después de muchos días de vacaciones, algo que comparten el 22% de los franceses y el 15% de los profesionales de Reino Unido.
De hecho, otros estudios de Robert Walters muestran que poder desconectar completamente del trabajo es una parte clave para mantener los niveles de productividad y el equilibrio entre vida personal y profesional.
“Existen varios detonantes que pueden provocar estrés y ansiedad: sentir que puedes quedarte atrás en proyectos importantes, perderse actualizaciones clave o incluso recibir una carga de trabajo mayor a la vuelta. Sin embargo, las vacaciones de verano deberían suponer un respiro y proporcionar la oportunidad de desconectar, sin causar más agobio del que ya se sentía antes de irse”, comenta Alberto Cantón, Managing Consultant en Robert Walters.
FOMO, también en el trabajo
FOMO (Fear of Missing Out) es el miedo a perderse algo por estar ausente. Este concepto, impulsado por las experiencias compartidas en redes sociales, también llega al lugar de trabajo cuando un profesional teme que estar mucho tiempo fuera de la oficina le impida formar parte de proyectos de gran relevancia para el negocio.
Tiene por tanto sentido que los profesionales consultados por Robert Walters hayan declarado que es mucho más fácil relajarse durante las vacaciones de verano cuando sus equipos también están ausentes (67% de los británicos, 61% de los franceses y 44% de los españoles).
Algunos profesionales admiten implementar tácticas de contención para evitar un pico de estrés a la vuelta de vacaciones y para estar al día de todo lo que ocurre en el trabajo. Según el citado estudio, el 68% de los profesionales en España revisa su correo electrónico corporativo durante sus días de descanso, una cifra ligeramente superior a la de sus homólogos europeos (51%).
“Lo que marca la diferencia es crear un plan para delegar las tareas necesarias según las fechas de entrega y su nivel de importancia. El resto del tiempo hay que practicar el silencio digital, que puede ser interrumpido por momentos puntuales programadas para abrir el correo o hacer una llamada si fuera necesario. La planificación reduce el estrés y permite desconectar más y mejor”, recomienda Cantón.
Los trabajadores piden más flexibilidad
El 68% de los profesionales españoles afirmó que la política de vacaciones de su empresa necesita más flexibilidad, sentimiento que comparten el 39% de los profesionales en Francia.
Adaptar las políticas de vacaciones para que sean más inclusivas y personalizadas podría mejorar la satisfacción y el rendimiento general del equipo, reduciendo de este modo la ansiedad que puede llegar a generarse antes, durante y después de unas largas vacaciones.
Alberto Cantón, Managing Consultant en Robert Walters, matiza:
“Creo que no existe un enfoque único para todos en cuanto a la política de vacaciones anuales. Las empresas deben centrarse en planes que puedan satisfacer a toda su diversidad de perfiles, priorizando el bienestar de los empleados y permitiendo la máxima flexibilidad siempre que sea posible.
La prueba piloto de la semana laboral de cuatro días llevada a cabo en Reino Unido y Alemania ya confirmaba la importancia de priorizar la flexibilidad: se registró un 39% menos de ausencias por enfermedad y un 71% menos de burnout”.
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