Hoy se celebra el Día Internacional de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), una fecha clave para poner en valor a quienes verdaderamente sostienen el motor económico de España. Con un peso del 99,8 % del tejido empresarial y generando más de dos tercios del empleo privado, las pymes son el corazón de la economía… pero también su eslabón más vulnerable.
En 2025, estas empresas encaran desafíos decisivos. Uno de los más inmediatos es la digitalización del sistema de facturación, con la llegada de Verifactu, el sistema obligatorio de control de facturación que entrará en vigor en 2026. Este cambio exige a las pymes actualizar sus herramientas tecnológicas y adaptarse a nuevas exigencias normativas.
Pero la digitalización no es solo facturar de forma electrónica. También implica una gestión más eficiente, adaptación a medidas laborales como la reducción de jornada o el registro horario digital obligatorio, y sobre todo, un cambio cultural. Y aquí es donde surgen las brechas: solo un 8 % de micropymes y autónomos utiliza servicios en la nube, frente al 48 % de las medianas empresas.
Las barreras persisten: costes tecnológicos, falta de formación y resistencia al cambio siguen frenando la transformación digital de muchas pequeñas empresas. No obstante, el Día de las PYMES también es una oportunidad para visibilizar su resiliencia, capacidad de adaptación y papel clave en la innovación social y económica.
Hoy más que nunca, apoyar a las PYMES no es solo cuestión de celebrarlas, sino de acompañarlas en su transición hacia un modelo más sostenible, digital y competitivo.
«Las pymes no solo representan el 99,8 % del tejido empresarial en España; son el alma de nuestra economía y el primer eslabón del empleo, la innovación y la cercanía. Hoy, más que nunca, necesitan ser escuchadas y acompañadas», expresa Begoña Núñez, Directora de Marketing e Innovación de RRHHDigital