El chef español Paco Roncero protagonizó una de las entrevistas más personales en ‘La Primera Impresión’, donde repasa su carrera, sus obsesiones y hasta los cambios que ha impulsado en el mundo gastronómico. Con la naturalidad que lo caracteriza, deja claro que no le interesan las comparaciones entre cocinas: «La francesa y la española no compiten, cada una tiene su magia. ¿Para qué elegir si podemos disfrutar de ambas?».
Entre anécdotas, confiesa que incluso los chefs más consagrados sienten mariposas cuando un colega visita su restaurante. «Nos invitamos entre nosotros, pero cuando ves a otro chef en tu sala, algo se te remueve por dentro», admitió entre risas. Eso sí, celebra que hoy los cocineros españoles sean más abiertos que antes: «Antes guardaban recetas como secretos de Estado; ahora compartimos más, y eso enriquece a todos».
Aunque confiesa su felicidad entre fogones «Yo en la cocina soy muy feliz», también muestra su faceta más humana: «Me gustaría tener tiempo para disfrutar de mi gente, ¿no?». Este equilibrio se refleja en su modelo de negocio: «Nosotros ganamos desde el minuto uno, pero no quiero que alguien ponga dinero para perder. Tiene que ser un win-win».
Con dos estrellas Michelin, Roncero no esconde su ambición: «Creo que tenemos capacidad, espacio y talento para lograrlo». Pero su enfoque es singular: «Si te dan la tercera estrella, lo que tienes que hacer es disfrutarla cocinando». Recalca que el éxito es compartido: «El modelo tiene que ser win-win. No puede ser que solo gane yo».