El absentismo es una problemática creciente a la que se enfrentan las empresas en la actualidad. De hecho, en 2024, el coste asociado a la incapacidad temporal fue 15.673 millones de euros para las empresas en España, una cifra récord que coincide con una tasa de absentismo del 6,7% y que significa que… ¡1,4 millones de trabajadores se ausentan de su puesto de trabajo a diario!
De manera tradicional, el absentismo se ha relacionado con enfermedades físicas y, desde hace unos años, también con problemas de salud mental. Pero, ¿y si lo relacionamos con el compromiso de los trabajadores con su marca empleadora? ¿Y si tiene más que ver con el grado de engagement que tiene el talento con las empresas? O, yendo más allá, ¿y si hay una relación directa entre la cultura y el estilo de liderazgo de una compañía y el absentismo?
Precisamente de todo ello hablaron en el último Bros&Breakfast, los desayunos con talento que organizan en Bros Group. En esta ocasión, invitaron a una decena de directivos de RRHH en nuestras oficinas de Barcelona para hablar sobre fidelización de talento y engagement laboral.
Estas fueron algunas de las conclusiones del evento:
1. El absentismo, más que una cifra, una alerta
El absentismo laboral va mucho más allá de una silla vacía a consecuencia de un problema de salud física o mental; el absentismo también tiene una relación directa con elementos culturales de las compañías que van desde la ausencia de propósito o la desalineación en cuanto a los valores corporativos, pasando por la baja competitividad en cuanto a los salarios y las oportunidades de desarrollo y hasta trastornos a la hora de conciliar la vida personal y profesional. Y, sobre todo, tiene que ver con un liderazgo ineficaz, con mala comunicación y que está desconectado con el talento.
2. Y las consecuencias asociadas al absentismo también son una alerta
Las consecuencias asociadas al absentismo laboral también van mucho más allá de lo que supone la reducción de la productividad de los equipos por la ausencia de uno o varios trabajadores. La falta de compromiso, de motivación y de conexión con la compañía y su cultura puede desencadenar costes monetarios y no monetarios importantes a nivel de rotación laboral y fuga de talento. Tal y como se citó en el encuentro, el ‘disengagement’ es un riesgo aún más relevante que el absentismo por su impacto silencioso pero duradero en las compañías.
3. El compromiso es el mejor antídoto para el absentismo
Un profesional comprometido no solo cumple con su trabajo, sino que aporta, cuida, propone y motiva. Ya hemos comentado que la desconexión emocional es más peligrosa que la ‘silla vacía’. Por ello, crear entornos donde el trabajo tenga sentido, donde se compartan valores y se reconozca el esfuerzo, donde se escuche a los empleados y donde la cultura y el modelo de liderazgo estén adaptados a la realidad actual, es clave para prevenir esa desmotivación silenciosa.
4. El liderazgo se posiciona en el centro del tablero
Por si no había quedado claro, el liderazgo es clave para conectar y comprometer al talento con las marcas. Los managers son los encargados de trasladar la cultura de empresa al día a día, de hacer realidad todo lo que las compañías promulgan en sus valores y comunicaciones. Son ellos quienes deben escuchar a sus equipos, ser empática y asumir su responsabilidad a la hora de fidelización al talento.
5. La responsabilidad va mucho más allá de RRHH
Por último, en el evento hubo absoluto quorum a la hora de afirmar que la responsabilidad de atraer y, sobre todo, fidelizar al talento va mucho más allá de los departamentos de Recursos Humanos. Construir ese compromiso del que hablamos es una tarea compartida por toda la compañía, empezando por la dirección y calando por las diferentes capas de líderes de la organización de manera top-to-down.
En definitiva, el absentismo laboral va más allá de la ‘silla vacía’ o la ausencia de uno o varios profesionales, sino que tiene que ver con el nivel de conexión y compromiso que tiene el talento con una marca. En un entorno cada vez más competitivo y exigente, el verdadero reto está en fidelizar a ese talento a través de culturas coherentes y liderazgos valientes e inspiradores. Las empresas que entiendan que el compromiso se construye en el día a día, desde todos los niveles de la organización, están mejor preparadas para fidelizar, motivar y conectar con su talento para seguir evolucionando.
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