Las mujeres dejan su país porque porque sabe que el envejecimiento de la población en los países desarrollados, y la integración de la mujer al mercado laboral, le ofrecen más oportunidades de encontrar trabajo que a los hombres.
Hospitales, hogares, cuidado de ancianos y residencias de la tercera edad son los sectores con una creciente demanda laboral femenina.
Otro fenómeno que caraceriza a la mujer emigrante es que en términos porcentuales envía más recursos que el hombre a su país de origen, en ocasiones hasta un 30% de su salario. Pero muchas ya no envían el dinero a su marido, que en lugar de asumir sus responsabilidades en el hogar, en ocasiones terminaba formando otra familia.
"Las dominicanas en España -afirma Moreno- hacen las transferencias de mujer a mujer, es decir, se ha terminado por establecer una cadena femenina de apoyo, sea su madre, hermana, pariente o amiga".
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