El esfuerzo de reducir el déficit público en 4,4 puntos del PIB en tan sólo dos años con una economía en recesión y con una tasa de desempleo que supera el 24% de la población activa, nos lleva directamente al desastre.
La asignación de equilibrio presupuestario a la Seguridad Social, cuando debe asumir en 2012 un déficit alrededor de 0,6 puntos del PIB, es un error mayúsculo que genera confusión a nivel nacional y comunitario. Más cuando el sistema de pensiones dispone del Fondo de Reserva para asumir esa obligación.
Con independencia de la distribución del esfuerzo por niveles de gobierno y de la necesaria desaparición de gastos duplicados o ineficientes en cualquiera de los ámbitos de gobierno, es imprescindible que se adopten decisiones drásticas y contundentes para aumentar en el menor tiempo posible la recaudación pública mediante cambios en la normativa de algunos de los impuestos que giran sobre la capacidad económica (Impuesto sobre Grandes Fortunas, Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, retención sobre beneficios de las SICAV e impuestos específico sobre operaciones financieras a corto plazo) y una lucha clara contra el fraude fiscal que asola España, con la complacencia de todos los niveles de gobierno.
Una actitud más agresiva en la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida, junto con la desaparición de los privilegios en todos los ámbitos de la vida económica, es un elemento clave para equilibrar el esfuerzo a realizar por la sociedad española para salir de la crisis. De otra forma, habrá más paro y desgracias, y una deslegitimación cada vez mayor de las instituciones entre la ciudadanía.
Insistir, como hizo ayer el Consejo de Política Fiscal y Financiera, en las políticas de austeridad, recortes presupuestarios y sociales, no sólo está resultando un completo fracaso, sino que además traerá un largo periodo de recesión, con altísimos costes sociales, con el empobrecimiento de millones de españoles, con mucha mayor desigualdad y con cifras cada vez más insoportables de desempleo.
Para CCOO, son necesarios cambios, cambios en la política económica y social española, cambios que nos saquen del círculo vicioso y sin salida al que conduce la política de austeridad y de recortes.
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