RRHH Digital. Por primera vez desde el inicio de la crisis, entre abril y septiembre de 2010 se produce en nuestro país una creación neta de empleo. Esto se debe a que la población activa ha mantenido en este periodo su lenta recuperación (+113.000 nuevos activos) y a una mayor creación de empleo (+151.000), lo que se ha traducido en una moderada disminución del paro (-39.000). Esta es una de la principales conclusiones de la 37ª edición del Índice Laboral Manpower “El mercado de trabajo en los trimestres centrales de 2010 y el impacto de la crisis en las CCAA” presentado hoy por el profesor Dr. Josep Oliver, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor de la investigación, y la Sra. Carmen Mur, Presidenta Ejecutiva de Manpower. Esta edición del estudio continúa con el análisis de la evolución del mercado de trabajo en los dos últimos semestres (abril-septiembre 2010) e incluye un monográfico en el que se analiza el mercado laboral en cinco Comunidades Autónomas.
Cabe destacar algunas tendencias de fondo que sugieren cambios de cierta importancia. Entre ellas, las más relevantes pueden ser la importante pérdida acumulada por la ocupación en la construcción, la modesta recuperación de la población activa, la recuperación de la actividad en la industria y, por tanto, en los servicios a ella vinculados, así como unos mejores resultados turísticos en este pasado verano de 2010. Este conjunto de elementos parecen sugerir que España está muy cerca ya del final del proceso de ajuste laboral, aunque en los próximos trimestres todavía cabe esperar una cierta pérdida de empleo, pero de menor intensidad a la observada en los mismos períodos de los años anteriores. En este contexto algo más positivo, no sorprende que la tasa de paro se haya reducido ligeramente en el tercer trimestre de 2010. Por otra parte, el repunte de la población activa aparece como un factor novedoso, ya que desde el segundo trimestre de 2009 la mano de obra había presentado el proceso contrario, reduciendo sus efectivos, lo que contribuyó a la estabilización del desempleo.
Las mujeres cambian su tendencia positiva en el mercado laboral
En el semestre que transcurre desde el último trimestre de 2009 al primero de 2010, aunque el paro femenino seguía creciendo por debajo del masculino, se había producido una marcada reducción de las diferencias en los ritmos de avance de ambos. En el segundo trimestre de 2010, por primera vez desde el inicio de la crisis, las mujeres presentan un peor comportamiento. En términos absolutos, y aunque se trata de cifras modestas, las mujeres paradas han aumento en 48.000, al tiempo que los hombres, por el contrario y también por vez primera desde el inicio de la crisis, no sólo no aumentan sino que reducen el total de parados en 18.000. Por su parte, en el tercer trimestre de 2010, se sigue con la misma tendencia y, aunque ambos colectivos reducen el paro, la pérdida masculina es superior a la femenina (56.000 frente a los 12.000 parados menos femeninos). Esta dinámica menos positiva del desempleo femenino ha supuesto que las mujeres hayan aumentado, aunque sea de forma leve, su peso en el total del desempleo.
La población inmigrante mantiene su mejoría en el mercado laboral
En el semestre abril-septiembre de 2010, los inmigrantes han reducido su paro en 38.000 personas, esto supone casi el 100% de la reducción del paro acaecida, puesto que los nativos pierden una cifra marginal (en el entorno de los mil). Este mejor comportamiento de los inmigrantes frente al paro ya empezó a mostrarse a finales del 2009. Por ejemplo, entre el segundo trimestre de 2009 y el primero de 2010, los inmigrantes mostraron un crecimiento interanual del desempleo del 10,7%, frente al 13% de los nativos. Esta diferencia se ha acentuado en los trimestres centrales de 2010, de modo que, en el tercer trimestre de 2010, los inmigrantes mostraban un crecimiento del desempleo interanual del 9% frente al 11,7% de los nativos.
Este mejor comportamiento de los inmigrantes respecto del desempleo refleja tanto impactos procedentes de la ocupación como de la actividad. Respecto a la ocupación, los inmigrantes muestran también un mejor desempeño: han absorbido cerca de 110.000 puestos de trabajo, frente a los sólo 42.000 de los nativos, es decir, han retenido cerca del 70% del nuevo empleo, cuando sólo representan en el entorno del 17% de los ocupados. Por su parte, por lo que se refiere a la actividad, los inmigrantes siguen aportando mayores contingentes, con 71.000 nuevos activos frente a los 42.000 de los nativos.
El paro sigue cronificándose
En el tercer trimestre de 2010 casi el 41% del total de parados lleva desempleado más de 1 año, frente apenas el 26% del tercer trimestre de 2007. La distribución de los desempleados en España muestra un creciente sesgo hacia aquellos que llevan en el paro más de 1 año, al tiempo que, proporcionalmente, va reduciéndose el peso de los que están en el desempleo menos de 1 año. Mientras en los dos primeros años de la crisis, el grueso del nuevo desempleo era de corta duración, en el último año más del 100% del nuevo desempleo es de larga duración. En el tercer año de la crisis del mercado de trabajo (el que finaliza en el tercer trimestre de 2010), el avance del desempleo se ralentiza, hasta cerca de 450.000 nuevos parados, pero su distribución se sesga substancialmente hacia los desempleados de larga duración. Así, aquellos que llevan en el desempleo hasta 1 año caen en cerca de 277.000 efectivos, frente al avance de más de 664.000 de los de 1 y más años en el paro, de forma que estos últimos explican más del 100% del aumento del paro.
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