RRHH Digital. Hoy comenzó el cierre de las primeras oficinas de Caja España como consecuencia de la fusión con Caja Duero, un proceso que continuará una vez que la fusión entre las dos entidades financieras se formalice legalmente mediante escritura, momento en el que habrá que proceder a la reestructuración de oficinas.
En esta primera fase, Caja España cuenta con el visto bueno para cerrar 21 oficinas en Castilla y León, nueve de ellas en la provincia de León, cuatro en Burgos y siete en Valladolid.
Según explicó la vicesecretaria general de UGT en Caja España, Beatriz Mantecón, las oficinas que cerrarán sus puertas en las próximas semanas son sucursales que, al margen del proceso de fusión, «aunque siempre como consecuencia de ésta», son susceptibles por sí mismas de cerrarse por diversos factores, como la proximidad de otras oficinas o que el volumen de negocio no es positivo.
NO HABRÁ DESPIDOS
En cuanto a los trabajadores de las oficinas que proceden a su cierre, serán reubicados en otras sucursales y no va a haber despidos, confirmó Mantecón, quien añadió que el proceso de reestructuración de la plantilla se intenta llevar de la forma menos traumática posible.
Las reubicaciones del personal afectado por esta primera fase de cierre de oficinas se pretende que sean lo más estables posible y redefinidas para que los empleados no sufran más cambios y más alteraciones, aunque las ubicaciones no serán definitivas hasta que no esté el mapa definitivo de oficinas.
Por otro lado, Mantecón lamentó el bloqueo que mantiene la Junta de Castilla y León al proceso de fusión entre Caja España y Caja Duero, por el único problema de la presidencia, y solicitó más miramientos hacia la plantilla ralentizando un proceso que debería haberse producido de manera más natural y fluida.
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