RRHH Digital. De enero a septiembre de 2009 se autorizaron un total de 14.823 ERE, que han afectado a 435.564 trabajadores. No se autorizaron 546 que afectaban a 12.136 trabajadores y se desistió en 493, que afectaban a 14.654 trabajadores. En el mes de septiembre de 2009 se presentaron 1.017 ERE, 529 menos que los registrados en el mes inmediatamente anterior (Agosto 2009). En cuanto a los autorizados, con respecto al mes de agosto, también se reducen de 1440 a 939 procesos y, los afectados de 29.296 a 15.596.
El 79% de las personas afectadas por un ERE en los nueve meses de 2009 pertenecen a empresas del sector industrial, el 16,3% a empresas de Servicios, siendo muy reducido el número y porcentaje de afectados en empresas de Construcción (3,35%) y del sector Agrario (1,32%).
En cuanto al género, 351.189 hombres y 84.375 mujeres se vieron afectados por un ERE, lo que supone unos porcentajes del 80,6% y 19,4% respectivamente. Si comparamos el periodo enero-septiembre de 2009, con respecto al mismo periodo de 2008, el porcentaje de mujeres aumenta en un 95,5% cuando se trata de expedientes de extinción de contrato, un 1.358% más en el supuesto de reducción de jornada, mientras que en los casos de suspensión temporal aumenta en número de afectadas en un 1.176%.
Catalunya, Comunidad Valenciana, Euskadi, Galicia, Andalucía, Madrid, Aragón, Castilla y León, Navarra y Asturias, concentran el mayor número de ERE y de personas afectadas, con un total de 13.311 expedientes (90% del total) y 403.806 afectados (93% del total).
Se mantiene la constante de que la destrucción de empleo a través de los EREsigue siendo reducida (3,5% del total), sustentándose en los despidos individuales y plurales y la no renovación de contratos temporales. Estos datos en ningún caso deben interpretarse como que el empleo indefinido no esté comenzando a verse afectado por la crisis, puesto que como ya ha ido advirtiendo CCOO, sectores con un mayor nivel de estabilidad laboral que en periodos recientes han registrado ERE de suspensión, los están transformando en expedientes de extinción, y por tanto, están suponiendo el inicio de la destrucción de empleo estable.
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