El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) alertó ayer de que la siniestralidad laboral en el sector agrícola de la Comunidad Autónoma de Canarias no ha disminuido en los últimos años, ya que durante 2008 se registraron 1.260 accidentes en el sector, dos de ellos mortales.
Según informó este colectivo en nota de prensa, el Instituto Canario de Seguridad Laboral (ICASEL) no facilita cifras de siniestralidad desglosadas por sectores desde 2009 debido al cambio que se ha producido en la clasificación nacional de actividades económicas (CNAE), lo cual dificulta la elaboración de un análisis de la situación.
Para CCOO, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales «obliga también a los empresarios agrícolas a evaluar los riesgos de sus trabajadores/as». «Existe un gran número de agricultores que no figuran en esta actividad ya que realizan las tareas del campo como un trabajo complementario a sus rentas», dijo el sindicato que recordó que «en las zonas rurales canarias aún persiste la agricultura como una segunda actividad, que supone una fuente de ingresos alternativa».
Por tanto, la fuerza sindical apuntó que «es preocupante, por ejemplo, la falta de especialización en la utilización de maquinarias como pueden ser moto-cultivadoras, sierras mecánicas o tractores».
«Estas herramientas producen con frecuencia gran parte de los accidentes en el sector agrario y ello, tanto por un desconocimiento sobre la utilización de dichos elementos, como por la antigüedad o lo obsoleto que han quedado, sobre todo el parque de tractores, -maquinaria que produce la mayor parte de los accidentes mortales-, por carecer de elementos protectores como cabinas o barras antivuelco», agregó.
En este sentido, la secretaria de Salud Laboral de CCOO Canarias, Carmen Marrero, manifestó que «en la agricultura se da un mayor incumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales». «Es un sector más desestructurado desde el punto de vista empresarial, lo que lo hace más vulnerable a la siniestralidad, a la vez llama la atención sobre la dificultad para que afloren muchos de los accidentes que se producen en los tajos agrícolas», opinó.
«La cultura preventiva no ha calado suficientemente en el medio rural, por lo que se hace necesario el aumento de actividades de divulgación y formación en este sector. A la vez que hace hincapié en que esa formación debe ser teórica y práctica, adaptada a su nivel cultural», señaló Marrero.
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