UGT consideró ayer "prioritario", antes de "cualquier mejora fiscal a banqueros y empresarios", mejorar el tratamiento fiscal de las rentas salariales provenientes de los expedientes de regulación de empleo (ERE), con el fin de "garantizar el tratamiento equitativo de los trabajadores despedidos".
En un comunicado, el sindicato liderado por Cándido Méndez recordó que los afectados por la crisis económica "no son otros que los trabajadores", por lo que estimó necesario favorecer la mayor estabilidad retributiva posible "bajo los principios de la equidad y la justicia social".
La organización precisó que, por el contrario, el actual tratamiento fiscal de estas prestaciones es "confuso, discriminatorio, injusto e ineficaz", por culpa de "la inexistencia de una regulación específica sobre esta materia y la falta de un marco fiscal homogéneo, que provoca situaciones diferenciales".
A modo de ejemplo, UGT apuntó que en las comunidades autónomas de Navarra y el País Vasco se ha mejorado la normativa general, de modo que el trato fiscal de las prestaciones que provienen de un ERE consiste en la exención hasta un límite igual al correspondiente a la indemnización por despido improcedente.
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