Pese a que en octubre de 1988 la UPV lanzó al mercado laboral a la primera promoción de dietistas y nutricionistas de todo el Estado, hoy es el día en el que ninguno de estos profesionales trabaja en Osakidetza. Y ello a pesar de que el 5 de marzo de 1999 el Parlamento de Gasteiz instó al Servicio Vasco de Salud a reconocer a estos profesionales, alrededor de 700 en la CAV, e incluir plazas para ellos en las Ofertas Públicas de Empleo.
En aquella proposición no de ley original de Ezker Batua, y transaccionada posteriormente entre la propia EB, PNV, PP, PSE, EA y Unidad Alavesa, también se instaba al Gobierno vasco a que en seis meses permitiera a estos titulados acceder a sustituciones en centros públicos de enseñanza. A día de hoy los nutricionistas y dietistas sólo pueden impartir una asignatura, y además existe un ciclo formativo de grado superior en Dietética y Nutrición en el que no pueden dar ninguna clase.
La obesidad sigue creciendo en Euskadi, especialmente entre los niños, y supone un problema de educación, pero también existen otras patologías en las que la dieta juega un papel más importante de lo que a priori puede parecer. Los celíacos, que no toleran el gluten de muchos cereales, los diabéticos, los enfermos renales, e incluso los pacientes que sufren politraumatismos o insuficiencias respiratorias pueden obtener la ayuda de un nutricionista para mejorar su calidad de vida.
"El CO2 que se expulsa en la respiración viene de la comida y de la reacciones químicas del cuerpo. En función de lo que comas puedes fabricar un poquito menos, y eso para una persona que respira muy mal supone una ayuda importante", afirma la presidenta de la Asociación de Diplomados en Dietética y Nutrición de Euskadi, ADDENE, María José Ibáñez, quien destaca además la importancia que tiene la dieta para los pacientes renales.
"Alcer, la asociación de enfermos renales, tiene en Bizkaia y Gipuzkoa un dietista contratado porque estos pacientes tienen que comer de una manera u otra en función de la fase de la enfermedad en la que estén. En algunos momentos tienes que comer muy pocas proteínas, y en otros muchas, y ese control no lo tiene que pagar una asociación privada, lo tiene que sufragar el mismo servicio que te da la medicación o te pone la máquina de diálisis", denuncia Ibáñez.
En un plano más general, la presidenta de la ADDENE considera que deben ser profesionales quienes controlen los menús de los hospitales, así como los comedores de los colegios, pues las alergias alimentarias suponen un problema cada día mayor entre los niños.
En todo caso, la enfermedad del futuro, y a ella va asociada directamente la diabetes, es la obesidad, en la que el sedentarismo y la mala nutrición van siempre de la mano. En su Plan de Salud 2002-2010, el Gobierno vasco se plantea reducirla en un 20%, una meta que a juicio de Ibáñez no se logrará sin un buen asesoramiento.
"Queremos reducir la obesidad, pero estamos logrando todo lo contrario. Que el médico te de una hoja para que adelgaces no es una dieta, que debe ser personalizada, y hay que hacer también una educación nutricional. Cuando le pones una dieta a un paciente lo primero que te dice es que come más que antes, porque muchas veces no es un problema de cantidad de comida, sino de seleccionarla, de saber cocinarla, o de organizar las cenas, los desayunos o los almuerzos si se come de menú del día", explica Ibáñez, para quien "todo eso no lo puede decir un médico en una consulta porque no tiene ni medios ni tiempo".
Aunque los niños vascos cada vez pesan más por culpa de las hamburguesas, las pizzas y las chucherías, la situación de momento no es tan alarmante como la de la media estatal. Aún así, la tendencia a comer mal y no moverse va en aumento, y "siempre se dice que un niño obeso será un adulto obeso, con todos los problemas que eso conlleva y el tremendo gasto sanitario que supondrá de aquí a unos años", afirman desde ADDENE.
"Entiendo que no puedes poner de golpe dietistas en todos los ambulatorios y en los hospitales, pero tampoco ninguno", concluye la representante de un colectivo que sí está presente en los sistemas públicos de salud europeos y americanos.
los datos
· Plan de Salud. El Plan Vasco de Salud 2002-2010 prevé reducir la obesidad en la Comunidad Autónoma Vasca en un 20%.
· Parlamento. La Cámara vasca instó a Osakidetza el 5 de marzo de 1999 a incluir plazas para los dietistas-nutricionistas en sus Ofertas Públicas de Empleo. El texto, presentado por Ezker Batua, fue transaccionado con las aportaciones de la propia EB, del PNV, del PP, del PSE, de Eusko Alkartasuna y de Unidad Alavesa.
· Educación. Pese a que la proposición parlamentaria de hace nueve años también instaba al Gobierno vasco a incluir a estos diplomados en el sistema educativo, a día de hoy sólo pueden impartir una asignatura, y en el grado superior de Dietética y Nutrición no pueden dar ninguna clase.
· Dietas personalizadas. En la actualidad ningún dietista trabaja en el Servicio Vasco de Salud, donde son los médicos de familia los encargados de diseñar las dietas a los pacientes que precisan de una alimentación específica. Desde ADDENE se defiende que las dietas deben ser planificadas de forma personalizada para poder alcanzar sus objetivos.
la cifra
700
· Titulados. Desde que la UPV licenció a su primera promoción, en 1988, son alrededor de 700 los diplomados en Nutrición Humana y Dietética.
La obesidad infantil, que sigue creciendo, se debe tanto a la mala nutrición como a la ausencia de ejercicio
Las insuficiencias respiratorias se pueden ver aliviadas con una dieta que produzca menos CO2
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