Muchos sectores de la economía están afectados por la recesión que atraviesa el país, pero en situaciones como ésta todo parece indicar que es un buen momento para las empresas de recesión. Este hecho está corroborado por los datos del último estudio de la consultora de formación española Élogos, que dice que durante el año pasado, las grandes empresas, las administraciones públicas y los agentes sociales aumentaron la inversión en formación de sus empleados en un 8%, llegando a desembolsar la cifra de 2.049 millones de euros.
Esta tendencia ha continuado durante el primer semestre de este año con un crecimiento más moderado, de entre el 6 y 7%, debido, en parte, a que cuando las empresas elaboraron los presupuestos de formación para este año fueron más prudentes que el año anterior, aunque sin llegar a hacer recortes. Desde la consultora se asegura que habrá revisiones de estos presupuestos durante este mes, de cara a la segunda mitad del ejercicio.
Aunque el crecimiento haya descendido levemente, el peso cuantitativo de la formación es cada vez más importante en España. Es una cuestión estratégica que va ganando peso en las grandes empresas, especialmente, en aquellas que más están apostando por la gestión del talento, la motivación y el compromiso de sus empleados.
La experiencia de las franquicias de formación en España
Según Josep Galeote, responsable de Expansión de Publimedia, una franquicia especializada en la formación de las empresas, es uno de los momentos más positivos para el sector, “las empresas han cogido el relevo en cuanto a la formación de sus empleados”. Para Galeote, “el capital humano se ha vuelto muy importante y los empresarios se han dado cuenta de que tienen que ganar en productividad, trabajar mejor en vez de trabajar más”, asegura el responsable de esta empresa que cuenta con unas 16 franquicias y sus perspectivas de crecimiento son las de abrir 10 centros más este año.
Aún así, España sigue a la cola de la formación en comparación con los países más desarrollados. El gasto anual por trabajador se ha incrementado desde los 267 euros de 2005 hasta los 353 en 2007. En otros países europeos las cifras van desde los 600 a los 1.000 euros, mientras las empresas estadounidenses destinan una media de 1.202 dólares al año por trabajador.
Unos datos que corroboran la opinión de Etienne Gillard, del departamento de Expansión de la cadena de franquicias Alain City en España, quien asegura que “aún queda mucho por hacer en España en este aspecto, hay que profesionalizar los departamentos de Recursos Humanos y conseguir un mayor compromiso por parte de los empleados” y apuesta por una mayor especialización en los contenidos. Su plan de expansión de franquicias –enfocado cada vez más a empresas extranjeras ubicadas en España, Bélgica y Francia- se desarrolla con agentes en diferentes países, incluso en países del tercer mundo como Filipinas “gracias a nuevas las nuevas tecnologías y a videoconferencias”.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que se está aumentando el número de horas empleadas en la formación de cada profesional. Los trabajadores de las grandes empresas reciben alrededor de 34 horas al año, mientras que en las administraciones aumenta a 41.
Pero si queremos igualarnos a Europa, lo importante es adecuar la formación a las nuevas tecnologías, como el e-learning que facilita el trabajo, ahorra costes y se acerca con un mismo esfuerzo a cientos o miles de personas. El 15% de la formación continua que se desarrolla en nuestro país se imparte ya a través de Internet.
El inglés es una de las materias que más imparten este tipo de franquicias, como es el caso de Inlingua, también de origen internacional (Suiza), cuya responsable, Rosa Canela también afirma que las empresas españolas “cada vez son más conscientes de la importancia de la formación de sus empleados para conseguir buenos resultados”. Esta franquicia cuenta con 32 establecimientos en España.
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