Empresas del textil afirman que las políticas de RSC deben contar con el respaldo de la dirección

Diferentes empresas del sector textil reunidas ayer en el I Congreso Estatal de Compra Ética, organizado por la asociación de Comercio Justo IDEAS en Madrid, coincidieron en señalar que la eficacia de las políticas de RSC depende del respaldo de los órganos de dirección.

   Así, según el director de RSC de Mango, Xavier Carbonell, "el apoyo y el convencimiento" por parte de la dirección de la compañía garantizará el éxito a la hora de impulsar y desarrollar la responsabilidad social en la misma.

   "Hay que ser valientes", apostilló Carbonell durante su intervención, "porque existen muchas limitaciones y tenemos muchas cosas que aprender pero debe existir un total convencimiento al respecto".

   Respecto a la política de RSC llevada a cabo por Mango, Carbonell señaló la adhesión de la firma a diversos códigos de conducta para evitar el trabajo infantil y la no discriminación, entre otros aspectos, así como el trabajo en colaboración con diversas ONG o su compromiso a favor del medio ambiente.

   Para verificar que todos estos supuestos se cumplen en cualquier fábrica que Mango posee en el mundo, la firma lleva a cabo diferentes auditorias internas, que también contemplan el control de los proveedores. Hasta la fecha, el 80% de las fábricas cuenta con el ‘visto bueno’ de estas auditorias, que se realizan cada tres años.

   Por su parte, el director de la empresa Intrepidamu Moda Ética, José Barguño, destacó que "hay que educar a los consumidores para que obtengan el mismo placer cuando compran un producto ecológico o un producto más insostenible". "Hay que consumir menos y mejor", indicó Barguño que aseguró que su firma garantiza "unas condiciones laborales justas en toda la cadena de producción".

   Para Barguño, el modelo empresarial responsable "debe ser sólido y creible", es decir, que sea capaz de aportar "la máxima credibilidad al consumidor". En la misma línea se expresó la representante de Hoss Intropia, Macarena Gross, que afirmó que el consumidor "empieza a ser más consciente de los valores intangibles".