Esta empleada no puede más…
Ha llegado a confesar a su jefe que como la situación siga así, va a perder la paciencia con su compañera… Lo peor de todo es que es capaz de tirarle de los pelos.
Eso sí, una cosa está clara: sus compañeros de departamento le «están comiendo la cabeza»para que no se deje pisar por nadie.