Esta directora de Recursos Humanos está a un paso del colapso emocional. Y no, no es por falta de talento en la plantilla, ni por una oleada de bajas médicas. El verdadero problema es que no se ha cogido vacaciones desde Semana Santa… del año pasado.
Su equipo ya lo ha intentado todo: esconderle la agenda, reenviarle newsletters de agencias de viajes, colarle folletos de balnearios en la bandeja de entrada con el asunto «URGENTE: esto sí es prioritario». Pero nada funciona. Ella responde siempre lo mismo: “Ahora no es buen momento”. Spoiler: nunca lo es.
Dicen que si no se toma unos días libres pronto, va a acabar mandando un Excel como postal de verano.
Desde aquí, esperamos que pronto disfrute de unas largas y merecidas vacaciones.