Este verano hay gente que se está quemando… pero no solo por el sol. Entre olas de calor, reuniones eternas y ventiladores que giran sin piedad pero no refrescan, el síndrome del quemado está alcanzando temperaturas récord.
Los síntomas más comunes incluyen: soñar con aire acondicionado en lugar de ascensos, irritabilidad cuando alguien dice “nos reunimos cinco minutos” y la misteriosa desaparición de la motivación justo después del segundo café.