En una conocida multinacional del sector tecnológico, la reciente revisión médica anual ha dado más de una sorpresa.
La directora de personas acudió al reconocimiento pensando que sería un simple trámite. Lo que no esperaba es que los análisis revelaran que su ácido úrico estaba por las nubes. Su médico fue claro y directo: «O deja el alcohol, o sus reuniones de networking van a ser con el reumatólogo».
A partir de ahora, nada de gintónics en los afterworks. Le toca agua con gas… y sin rodaja de lima.