Esta empresa presume de ser referente en gestión del talento ajeno, pero tiene un pequeño problemilla de puertas para adentro: su propio equipo está completamente desmotivado.
Paradójicamente, mientras imparten charlas sobre bienestar laboral, engagement y propósito, en su sede central no hay ni rastro de jornada intensiva, ni horarios flexibles reales.
¿Se animarán a aplicar en casa las recetas que tan bien venden fuera?