Dicen que su coche es más “The Voice” que medio de transporte. Mientras otros escuchan podcasts de liderazgo, él prefiere dejarse llevar por los temazos de los 80.
Se rumorea que si su equipo quiere una reunión con ritmo, solo tiene que subirse al coche. ¿Será el CEO de la alta dirección… o de la alta afinación?