A este directivo le llaman así porque está empapado en todos los procesos: onboarding, offboarding, clima laboral, evaluaciones de desempeño, desayunos con CEO y hasta sesiones de yoga…
Lo más impresionante es que se ha dado cuenta de que los empleados le llaman ‘el torrijas’ y les ha llevado este dulce porque se le da muy bien la cocina.
Es probable que el año que viene lo fichen para un reality de cocina, como jurado, donde demostrará que su soft skill más fuerte es convertir cualquier crisis laboral en un dulce desayuno corporativo. Una cosa hay que confesar y es que… Viendo la foto… ¡Tienen muy buena pinta!