En esta empresa tecnológica hay una tradición que ni el verano puede detener: los «festivos de churros». Todo comenzó un viernes invernal con una sorpresa deliciosa que se ha vuelto inamovible. Aunque el calor apriete, este CEO mantiene la costumbre, convencido de que siempre es buen momento para unos churros en buena compañía.
Ningún festivo se salva, ni siquiera cuando las temperaturas se disparan en pleno verano. Y es que, para el CEO, los «festivos de churros» no solo son una tradición, sino una forma de mantener el ánimo alto y la creatividad fluyendo, sin importar la temperatura exterior.
Hoy no es la excepción, ¡feliz festivo de churros!