¿Qué organismo público ha adjudicado procesos masivos de selección incumpliendo la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas?

Lo que se dice “a dedo”, simple y llanamente, y siempre con el mismo beneficiario. Para qué cambiar.  Según nuestro confidente, personaje muy introducido en determinadas administraciones públicas, tanto regionales como estatales, a base de cortar por aquí, añadir por allá, quitar esto y poner  aquello, se conseguían camuflar y fraccionar los importes que hubieran hecho obligatorio un proceso de adjudicación distinto al utilizado, es decir, el “a dedo” o contrato menor.

Y el asunto, lejos de ser un caso aislado, va mucho más allá de una simple cuestión de cantidades o tipología de servicios.

Como se suele decir, el rumor es la antesala de la noticia.