Este profesional, de reconocido prestigio, impecable trayectoria y sin responsabilidad en los hechos que rumoreamos, es alto directivo de recursos humanos de una gran compañía multinacional de origen español, y le ha tocado solucionar un grave problema relacionado con cursos del Forcem recibidos (o no) por los empleados de la compañía antes de su fichaje como director de RRHH.
Se habla de un presunto fraude que podría ascender a cerca de 300.000 euros, cantidad que, seguramente, le importe bastante menos a la empresa que el potencial perjuicio que en cuestiones de imagen podría sufrir en caso de salir el asunto a la luz pública.
Confiamos en que este directivo pueda resolver satisfactoriamente el “problemilla”.
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