No es director de recursos humanos, pero los conoce a todos y trabaja con muchos. Con la vejez llegan las viruelas y a nuestro amigo le ha dado por las artes marciales, haciéndose un adicto del Aikido.
Y es que, tal y como se está poniendo el mundo del capital humano, lo mejor es saber defenderse.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.
RRHHDigital