Actualmente, los departamentos de RRHH se enfrentan a retos sin precedentes. En todas las áreas. Sin excepción. Desde la atracción y retención del talento, hasta la planificación estratégica o el desarrollo profesional, las organizaciones se ven presionadas para adaptarse rápidamente a un entorno en contante evolución. En este contexto, la Inteligencia Artificial (IA) se revela como una herramienta poderosa.
En pocas palabras, porque ofrece soluciones innovadoras que mejoran la eficacia y la eficiencia de todos los procesos implicados en la gestión del talento, pero, sobre todo, porque la IA, en combinación con otros avances tecnológicos, es la palanca que permite desbloquear el valor estratégico real de la función.
Es cierto que su penetración en los departamentos de personas está siendo lenta – menos del 50% de las 3.000 empresas europeas que encuestamos para un informe reciente se mostraron satisfechas con el nivel de automatización de sus procesos de RRHH y nómina. Hoy, arrojaré un poco de luz para facilitar que más empresarios den el paso.
Hacia un entorno laboral cada vez más complejo
La pandemia ha actuado como catalizador de algunas tendencias que ya veníamos observando, como la brecha de habilidades. Las empresas cada vez tienen más dificultades para conseguir el talento necesario para lograr sus objetivos comerciales. Por la transformación de los trabajos – en los países de la OCDE, cerca del 14% se automatizarán en los próximos 2 a 3 años -, pero, también, por el cambio de prioridades de los empleados, que valoran más el propósito, la conciliación, el desarrollo profesional y el bienestar.
Otro reto importante es el control de los costes de personal, que, para muchas empresas, puede representar entre el 50% y el 70% de los costes totales. Cuidado, ofrecer salarios más elevados no es la única solución para atraer y retener a los mejores talentos, crear una política salarial competitiva también pasa por ofrecer beneficios personalizados y adoptar un enfoque transparente y justo de la retribución.
Además, el futuro del trabajo es híbrido. No tengo ninguna duda al respecto. Combinar presencialidad y teletrabajo es la manera de proporcionar a los equipos la flexibilidad que necesitan para conciliar y mantenerlos comprometidos y motivados. Sin embargo, introduce nuevas complejidades y la tecnología es el facilitador que permite abordarlas.
Mejorar la gestión de las personas gracias a la IA
Tal como decía al inicio, la función de RRHH tiene un valor estratégico para las organizaciones, ya que, para ganar en competitividad y resiliencia, estas deben priorizar a las personas. El problema llega cuando los profesionales de estos departamentos están tan sobrecargados de tareas operativas que no pueden centrarse en trabajar el Employer Branding, desarrollar una política de compensación atractiva o planes de carrera personalizados.
Aquí es donde entra en juego la IA, que ayuda a los profesionales a reinventar su forma de trabajar. ¿Cómo? La automatización les libera de las tareas más repetitivas, evita errores humanos y aumenta la seguridad de la información. Además, la IA combinada con el Machine Learning ayuda a los responsables a identificar complejidades en los cambios legislativos anticipando su impacto y reduciendo el riesgo. Y junto al Big Data, detecta amenazas alrededor del acceso a informaciones de alta sensibilidad.
En los últimos meses, mucho se ha hablado de Chat GPT, pero solo es la punta del iceberg. Existen otras herramientas. Y muchas más están en camino. Lo que está claro es que la IA ha llegado para quedarse y los responsables de RRHH pueden aprovecharla para ayudar a sus organizaciones a superar cualquier barrera y prepararse para el futuro.
Obviamente, no se trata de invertir sin más. Es necesario partir del análisis de las necesidades de cada organización para encontrar la mejor solución. En este sentido, contar con el consejo de un partner tecnológico de confianza puede ser la diferencia entre tirar el dinero o conseguir un buen ROI.