La autonomía, la conciliación entre la vida personal y profesional, el estrés, la sobrecarga o la desconexión emocional son algunos de los principales retos para la salud mental en el entorno laboral y que afectan a profesionales de todos los sectores y modalidades de trabajo. En este contexto, el cuidado del bienestar psicológico se ha convertido cada vez más en un indicador estratégico clave en la cultura corporativa y la gestión del talento.
Sin embargo, la necesidad de encontrar un equilibrio entre el bienestar emocional de los trabajadores y la productividad de la empresa plantea también un desafío para las organizaciones.