AEDIS ha realizado un segundo sondeo entre sus asociados para saber el impacto de la pandemia originada por la Covid-19 y conocer con más profundidad las repercusiones de ámbito económico y laboral, así como las perspectivas sobre la actividad a corto plazo.
A diferencia del primer sondeo, donde se preguntaba sólo a los centros especiales de empleo (CEE), en esta ocasión la encuesta está dirigida a todo el sector de atención a la discapacidad y refleja el impacto económico y laboral de las medidas adoptadas una vez expirada la vigencia del estado de alarma y la última fase de desescalada hasta la llamada “nueva normalidad” (julio-septiembre 2020).
Centros especiales de empleo
Cabe destacar que el 67,7% de los CEE encuestados ha mantenido la plantilla. Tan sólo un 19% afirma que ha tenido que finalizar contratos laborales, lo que demuestra el compromiso por mantener el empleo, especialmente el de los trabajadores con discapacidad.
En cuanto a ERTES, únicamente el 16% comunica la existencia de trabajadores en esta situación. Este descenso de casi 45 puntos porcentuales respecto al primer sondeo es proporcional a la media en otros sectores de actividad.
Si bien el sondeo realizado en mayo evidenció un gran impacto de las bajas por Covid-19, en este periodo sólo representa el 13% de la plantilla.
Entre las principales medidas que se han adoptado desde el inicio de la «nueva normalidad» en relación con la organización del trabajo destacan la utilización de la jornada irregular (53%), el trabajo a turnos (43%) y el trabajo a distancia o teletrabajo (47%). También se han implantado otras medidas como equipos de trabajo burbuja, sectorización de unidades y servicios, división por brigadas de trabajo, etc.
En cuanto a la actividad productiva, casi la mitad de los CEE afirma que se han reactivado las líneas de trabajo que estuvieron paradas durante el estado de alarma y un 41% asevera que ninguna ha llegado a estar parada. Apenas un 3,4% señala que han tenido que cerrar definitivamente líneas, lo que nos muestra la fortaleza del sector.
Si bien el descenso de la facturación sigue siendo acusado en la mayoría de los centros (aproximadamente la mitad registra un descenso de menos del 25% respecto al mismo periodo del año anterior), estas cifras reflejan una mejoría e incluso en algún caso han podido mantener las ventas y/o incrementarlas.
Centros de atención especializada y centros de educación especial
Durante los meses de nueva normalidad, tanto los centros de atención especializada como los centros de educación especial evidencian varios problemas para seguir prestando diariamente los servicios. El 71,4% de los centros educativos destacan la falta de adaptación a nuevos modelos de atención en virtud de los nuevos escenarios, mientras que los centros de atención refieren dificultades ante la necesidad de trabajadores cualificados para mantener la actividad y cubrir las necesidades de personal, además de la incertidumbre sobre la financiación de los servicios concertados con la Administración (56,3% y 58,3%, respectivamente).
En cuanto a la organización del trabajo, los centros de atención especializada utilizan en mayor medida el teletrabajo (67,3%) y el trabajo a turnos (57,7%), mientras que el 53,8% de los centros educativos utilizan la adaptación de la jornada y/o reducción de misma.
Estos dos tipos de centros tan tenido que hacer frente a una serie de gastos extra derivados de la Covid-19 relacionados con la limpieza, la adecuación de espacios y la adquisición de equipos de protección. Asimismo, el refuerzo de las plantillas también ha supuesto una de las partidas más señaladas, especialmente en atención especializada. De los resultados de la encuesta se estima un incremento promedio del 9% en el gasto en atención especializada respecto al ejercicio anterior y del 4% en educación especial.
Propuestas de los socios de AEDIS para mejorar la situación actual
- En este escenario, las empresas y entidades del sector demandan a las administraciones públicas una serie de medidas para hacer frente a la situación actual, entre las que destacan:
- Cubrir bajas relacionadas con el Covid, así como los gastos extra derivados de la pandemia que suponen un sobrecoste para la organización (material de protección, adaptación de espacios, personal, etc.)
- Incremento de la financiación de las plazas concertadas debido al evidente aumento del coste
- Mayor coordinación entre la Administración y el sector en relación con la normativa y los protocolos de actuación
- Aumentar la subvención de apoyo salarial del SMI en los CEE un 25%, así como el refuerzo de las unidades de apoyo
- Facilidades para la adaptación y modernización de líneas de negocio en los CEE
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