Recientemente, el Instituto Nacional de la Seguridad Social señalaba en un informe, que la proporción de bajas laborales entre los menores de 35 años era significativamente mayor (casi el doble en realidad) que la de los trabajadores entre 35 y 50 años. Por otro lado, la proporción de mayores de 50 años en las plantillas no deja de aumentar, entre otros motivos por el aumento de la edad legal de jubilación o el endurecimiento de las prejubilaciones, lo cual está impactando también en el absentismo y el presentismo aunque por motivos distintos al de la generaciones más jóvenes (salud mental y emocional en los jóvenes vs patología musculoesquelética y enfermedades crónicas en los más veteranos).
Esta explosiva realidad, está obligando a las empresas a adoptar un rol distinto, en lo que se refiere a la gestión de los recursos humanos, empezando en las generaciones más jóvenes, donde el problema es más evidente.
Es un hecho incuestionable que las generaciones que han iniciado su andadura profesional en los últimos años, no tienen las mismas expectativas profesionales que sus compañeros de trabajo más veteranos. Y la cuestión no radica en que cuando se lleva más tiempo en una empresa las necesidades cambien (lo cual no deja de ser cierto), lo diferencial es que, por lo general, estos compañeros de más edad cuando tuvieron su primer empleo hace décadas concebían la estabilidad económica y la promoción jerárquica como los pilares más importantes, mientras que las nuevas generaciones prefieren trabajar en proyectos que les apasionen y les permitan desarrollarse personal y profesionalmente. Para ellos la salud y el bienestar laboral, la formación continua y el desarrollo de habilidades priman sobre el ascenso tradicional.
El bienestar en el trabajo ha cambiado
Hablamos de bienestar laboral para referirnos al estado de salud física, mental, emocional y social de los empleados dentro del entorno de trabajo. Es un concepto integral que va más allá de la simple ausencia por enfermedades o riesgos laborales; implica que las personas se sientan valoradas, motivadas, seguras y equilibradas tanto en su vida profesional como personal.
Hoy día los jóvenes no están dispuestos a realizar los sacrificios laborales habituales hace años, normalmente no aceptan el éxito profesional si viene acompañado de grandes renuncias personales. Para ellos en el ámbito laboral son fundamentales aspectos como la conciliación entre vida personal y profesional, un ambiente saludable, flexible y seguro, con relaciones positivas y colaborativas, o el acceso a programas de salud física y mental.
Así, cada vez más empresas contribuyen a mejorar la satisfacción del empleado, al tiempo que se fortalece el compromiso con la organización y se mejora el absentismo, la prevención, el clima laboral y la productividad en las empresas. En síntesis, esta es la evolución reciente del concepto de bienestar laboral:
- Pre-2020: Bienestar laboral ligado a seguridad en el trabajo y beneficios corporativos limitados.
- 2020-2022: Auge del enfoque integral del bienestar por la pandemia (salud mental, flexibilidad, conciliación).
- 2023 en adelante: Consolidación del bienestar como ventaja competitiva y herramienta de retención de talento.
¿Cuáles son las causas de este nuevo bienestar laboral?
Posiblemente existan varias causas y algunas de ellas, por la falta de perspectiva al ser un fenómeno reciente, no las alcancemos a vislumbrar todavía. Por una parte, podríamos pensar que el ciclo económico influye en la visión que se tiene del propio puesto de trabajo. Es lógico pensar que en momentos de mayor dificultad para encontrar empleo los profesionales están dispuestos a mayores renuncias a nivel laboral y personal para mantener su puesto de trabajo. Por el contrario, en un ciclo económico expansivo como el actual, tiene sentido que los trabajadores valoren su bienestar laboral por encima de la conservación del puesto de trabajo y, en consecuencia, aumente el número de bajas laborales. De hecho, los datos de la Seguridad Social muestran este aumento de las bajas en los últimos años. Que cada vez haya un mayor porcentaje de trabajadores mayores de 50 años, más propensos a problemas de salud, influye, pero además los datos demuestran que este aumento de bajas o incapacidades temporales es mucho mayor entre la población menor de 35 años, aquella para la que el bienestar laboral resulta más importante.
Momentos de expansión del ciclo económico ha habido siempre, por lo que debemos buscar otras causas. Más evidente parece que la crisis sanitaria del COVID actuó como un punto de inflexión. Durante el confinamiento y los meses posteriores, muchas personas experimentaron altos niveles de ansiedad, estrés, incertidumbre y desequilibrio entre vida personal y laboral, especialmente con el auge del teletrabajo. Las empresas se vieron obligadas a responder de forma más humana y flexible, y entendieron que el bienestar emocional, mental y físico de sus empleados era clave para mantener la continuidad del negocio. Desde entonces, el bienestar laboral dejó de ser un tema secundario o simbólico y pasó a formar parte de las estrategias corporativas. Se amplió el enfoque: ya no se trata solo de evitar accidentes o enfermedades, sino de crear entornos laborales saludables, motivadores y sostenibles.
De cualquier modo, estas causas no afectan exclusivamente a los jóvenes. El hecho de que estos, especialmente la Generación Z, hayan abrazado con mayor entusiasmo este nuevo paradigma del bienestar laboral se debe a que valoran más la salud mental y emocional, tema tabú varias décadas atrás. De hecho, la salud mental es la principal causante de las bajas de larga duración entre los trabajadores menores de 35 años. En definitiva, las nuevas generaciones no están dispuestas a sacrificar su bienestar por un trabajo estresante o rígido.
¿Cuáles son los retos actuales en relación al bienestar laboral?
Hoy, muchas organizaciones entienden que cuidar del bienestar de sus equipos no es solo una cuestión ética, sino una decisión estratégica con impacto directo en productividad, cultura de empresa y sostenibilidad del negocio. Para mejorar el bienestar laboral son necesarios planes integrales, personalizados y sostenibles. Deben abordar tanto la salud física como mental, fomentando un entorno equilibrado y positivo. Estas son algunas de las principales acciones recomendadas:
- Salud mental y emocional: sesiones psicológicas, terapia cognitivo-conductual y programas de gestión del estrés, ansiedad y otros trastornos emocionales.
- Actividad física: planes de entrenamiento online, clases en directo, mindfulness, meditación, gimnasio online.
- Nutrición saludable: asesoramiento nutricional personalizado, programas de alimentación saludable y talleres sobre hábitos saludables y bienestar integral.
- Flexibilidad laboral: horarios flexibles, teletrabajo, apoyo a la conciliación.
- Prevención en salud: chequeos médicos, campañas de vacunación, ergonomía.
- Reconocimiento y clima laboral: encuestas de bienestar, programas de reconocimiento.
- Inclusión y diversidad: políticas de igualdad y espacios seguros para todos los colectivos.
Además, no podemos obviar que las claves del éxito de todas estas acciones radican en escuchar a los empleados, implicar a los líderes y mandos intermedios, asegurar la confidencialidad y medir el impacto del programa. Para ello se utilizan métricas objetivas que permiten analizar el absentismo, la rotación de personal, la productividad, el uso de beneficios y la participación en las iniciativas, así como entrevistas que recogen las opiniones y percepciones de los empleados o evaluaciones de desempeño y el feedback 360°, usados para identificar mejoras en la motivación y colaboración. También se emplean herramientas digitales que permiten monitorear hábitos saludables y analizar datos de forma anónima, cruzándolos con indicadores de recursos humanos.
¿Cómo puede ayudar opensalud by openhealth a las empresas?
openhealth by opensalud ayuda a las empresas a potenciar el bienestar laboral mediante programas integrales que combinan atención médica, apoyo psicológico, asesoría nutricional y actividad física, todo ello a través de una plataforma accesible y fácil de usar. Estas soluciones permiten identificar y prevenir de forma temprana posibles problemas de salud, fomentar hábitos de vida saludables y ofrecer un acompañamiento personalizado a cada empleado. Además, mejoran la comunicación interna y proporcionan métricas clave que permiten a las organizaciones diseñar entornos de trabajo más saludables, motivadores y sostenibles, lo que se traduce en una mayor retención del talento y un mejor desempeño organizacional.
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