Caracterizado por una sensación general de tristeza y apatía, falta de energía, motivación o ganas – llegando en casos más graves a derivar en cuadros de ansiedad o depresión – no hay que preocuparse más de lo debido ya que según los expertos, es algo normal y los síntomas suelen durar unas dos o tres semanas, el tiempo justo para habituarse de nuevo a la rutina y coger el ritmo.
Los coach expertos de Grupo Emociona recomiendan una serie de pautas a tener en cuenta para mejorar los síntomas del síndrome postvacacional, y prevenirlo de cara a las próximas vacaciones. Si bien es cierto que a veces es inevitable, cualquier medida que pueda atenuarlos puede resultar muy útil.
- Tratar de darse tiempo y tomar las cosas con calma. Ir poco a poco acostumbrándose a los horarios y tareas del día a día facilitará la vuelta a la rutina y evitará el estrés derivado de agobios innecesarios.
- Reservar unos días al final de las vacaciones para adaptarse y programar el regreso a casa de forma anticipada y relajada.
- Cambiar o retomar los buenos hábitos: a nivel de alimentación, deportivo, y de salud. Durante el verano es probable que las comidas y cenas fuera de casa sean habituales, que se tomen alimentos distintos y menos sanos, y se reduzca el nivel de actividad física. El descanso es parte fundamental de las vacaciones, pero es importante retomar la actividad y buena alimentación para mejorar los niveles de energía y bienestar, y afrontar las tareas de manera óptima.
- Horarios: Ir acostumbrándonos al horario habitual durante los días previos a la vuelta al trabajo, sobre todo a nivel de horas de sueño para evitar la fatiga.
- Motivación: Buscar proyectos e ilusiones para el nuevo curso, comenzar alguna actividad nueva, fomentar alguna afición o aprovechar para ampliar la formación en algún campo en que se esté más flojo.
- En las próximas vacaciones, la clave está en la prevención: plantearse no volver al trabajo justo el día o dos días después de regresar de las vacaciones, sin dejar tiempo para la adaptación.
Si todo esto parece no ser suficiente, es posible que el apoyo de un coach, que acompañe durante el proceso de retomar la rutina con energías renovadas, ayude a la consecución de metas y objetivos, a sacar el máximo potencial y cambiar las perspectivas.
¿Y los niños?
Según un informe elaborado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), los niños también sufren los síntomas cuando se acerca la vuelta al colegio. Recomiendan que los padres vayan acostumbrando a los hijos al horario escolar unos días antes de iniciar las clases, y motivarles con los aspectos positivos de volver, como ver a sus amigos, aprender y divertirse, estrenar material escolar o conocer nuevos compañeros.
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