La acción social, una de las patas de la responsabilidad social corporativa o de las empresas (RSE), se ha convertido en una herramienta más de gestión empresarial. El profesor Juan Luis Martínez, del Instituto de Empresa (IE), explica que "debe enriquecer la actividad principal de las organizaciones para que los beneficios reviertan tanto en la comunidad como en la empresa y los empleados". Estudios del IE han medido los efectos de la par-ticipación en estas actividades y al 95% de los empleados les ha servido para aumentar la motivación y al 94% para implicarse más con su empresa.
En España, "sólo el 13% de la población participa en voluntariados", lamenta David Camps, portavoz de Intermon-Oxfam, por lo que felicita la llegada del voluntariado corporativo del mundo empresarial. No obstante, "el esfuerzo puede ser mayor, al igual que la coherencia entre los valores que promueven y su actividad de negocio", añade. En opinión del profesor Martínez, la responsabilidad social no atiende "a una moda pasajera, porque crea valor para la empresa y para la plantilla, como lo puede ser un curso de formación en inglés, que se hace para crecer".
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