Vivimos en una era donde el cambio ha dejado de ser una excepción para convertirse en casi un modelo de vida. Desde la pandemia, esta realidad se ha acentuado: nuevas formas de trabajar, horarios más flexibles, modelos híbridos… y aunque estas transformaciones nos han traído beneficios indiscutibles —como el teletrabajo o la jornada intensiva— también han tenido un impacto silencioso, pero profundo, en el compromiso dentro de las organizaciones.
Según un informe global elaborado por Gallup en 2025, solamente el 9% de los españoles dicen estar comprometidos con su empresa. Antes, cuando te incorporabas en una empresa, el crecimiento profesional ocurría dentro de la misma, ganando conocimiento especializado en tu sector y progresando desde dentro y en vertical. Tu empresa era como tu equipo de fútbol favorito, con él hasta la muerte. La nueva normalidad es muy distinta: los empleados van cambiando cada par de años a otro entorno, formándose en experiencia diversa en vez de especializada. Desgraciadamente, este fenómeno afecta a la falta de talento que estamos presenciando en el sector logístico. El último estudio de ManpowerGroup sobre ‘Desajuste de Talento 2025’ destaca que un 84% de las empresas del sector logístico tienen dificultades para encontrar talento.
La falta de atractivo del sector logístico a la gente joven afecta enormemente a esta escasez de talento. Los expertos de HAYS destacan, entre los factores que más condicionan la evolución del mercado laboral en la industria logística española: la falta de relevo generacional, las condiciones laborales poco atractivas, la escasa formación especializada y la preferencia por perfiles de otro tipo. Y aunque la Encuesta de Población Activa refleja un aumento del 2,8% en el empleo dentro del sector logístico en el 2024 respecto al año anterior, los operadores siguen señalando un notable desequilibrio entre la oferta y la demanda de profesionales. Por suerte, poco a poco nos estamos adaptando a las nuevas necesidades, especialmente en automatización, digitalización y sostenibilidad, que ayudarán a la conquista de nuevos perfiles profesionales y talento.
La única forma de hacer funcionar el sector logístico es con personas comprometidas y con una buena formación, por eso nosotros creemos firmemente que este panorama actual puede cambiar. La logística no solo tiene un papel estratégico en el funcionamiento de la economía, sino también un enorme potencial humano y tecnológico por descubrir. Por eso, trabajamos para transformar esta percepción: impulsando una comunicación más auténtica y diversa sobre lo que realmente significa trabajar en logística, apoyando iniciativas de formación práctica y adaptada, y generando un entorno más atractivo y competitivo que retenga y motive al talento en España.
Hoy más que nunca, el sector logístico necesita volver a poner en el centro a las personas. Porque detrás de cada caja que llega a su destino, existen profesionales comprometidos que han hecho posible una cadena de suministro efectiva y funcional gracias a su conocimiento y talento. Y ahí es donde comienza el verdadero cambio.