17 de junio de 2025

Si en el Comité de Dirección no te hacen caso, no es su culpa, es tuya

Vamos al grano: si estás en una posición de liderazgo en Recursos Humanos y cada vez que entras en una reunión con el comité de dirección sientes que no pintas mucho o que no se te escucha, no te lo tomes como una injusticia, tómatelo como una señal. Una señal de que algo estás haciendo mal.

No digo que tus ideas no sean buenas, sino que por muy buena que sea una idea, no vale para nada si no sabes ponerla en valor. Porque donde se toman decisiones importantes, tu capacidad para influir vale tanto o más que una buena idea. Las buenas ideas sin la capacidad de influencia son como un Ferrari sin gasolina; muy bonito, pero poco útil.

En muchas empresas, Recursos Humanos sigue luchando por tener voz, por ser parte de la transformación del negocio, pero si no conseguimos que nos escuchen cuando tenemos algo importante que decir, ¿cómo vamos a transformar la cultura de la empresa, el liderazgo o los resultados?

A veces, nos escudamos en frases como:

  • «Es que no me dan espacio”.
  • «Es que en esta empresa solo mandan los números”.
  • «Es que no entienden el valor de las personas”.

Puede que todo eso sea verdad, pero quedarte callado no ayuda, y decirlo en petit comité con tu equipo, tampoco.

La influencia no va de hablar más alto, ni de imponer tu decisión sobre el resto. La influencia tiene que ver con cómo decir las cosas para conseguir mejorar los resultados tanto de la organización, como los tuyos propios, y también las relaciones.

¿Qué hacer para que tu mensaje tenga impacto?

Así que si tienes que sentarte con alguien que tiene más poder que tú en la organización (y más ego también, por qué no), necesitas hacer tres cosas para que tu mensaje tenga impacto.

  1. Cambia el yo” por el nosotros”

No se trata de tu idea, sino de cómo esa idea impacta en los equipos, en los resultados y en la empresa.

  1. Habla con confianza

Cuando tienes claro que el objetivo no es solo que te sientas escuchado sino ayudar a que a todos os vaya mejor, te das cuenta de que lo que tienes que decir ES IMPORTANTE.

Si estás liderando RRHH, no has llegado ahí por casualidad. Tienes criterio. Sabes lo que puede funcionar. Así que no te calles. A veces el mayor error es pensar que lo que tienes que decir no es suficientemente importante. Lo es. Si ayuda a que el negocio funcione mejor, tiene todo el sentido del mundo compartirlo.

  1. Se humilde para escuchar

Aunque lo que tengas que decir sea importante, no eres el único con una visión valiosa. Plantea tus ideas como una hipótesis, no como una verdad absoluta e irrefutable. Cuando estas abierto a escuchar a la vez que defiendes lo que propones, tu credibilidad se dispara.

El silencio no te protege, te borra

El miedo a parecer tonto o a meter la pata nos lleva a callarnos justo cuando más deberíamos hablar. Y eso, a largo plazo, te vuelve invisible. No confundas prudencia con pasividad.

Tampoco se trata de imponer tu visión. Se trata de encontrar la manera de decir lo que tienes que decir de forma que ayude a todos a tomar mejores decisiones.

Cuando entiendes esto, te das cuenta de que:

  • A veces “ahora” no es el momento…pero lo será.
  • Callarse por sistema no es estrategia…es invisibilidad.
  • Tu opinión no es la única…pero puede ser la que marque la diferencia.

Así que si quieres tener impacto como líder de RRHH, necesitas algo más que buenas intenciones: necesitas desarrollar tu capacidad de influencia. Porque en los comités sólo se implementa la mejor idea si alguien sabe hacer que los demás la vean como tal.

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