19 de marzo de 2024
RRHHDigital - El periódico online referente en Recursos Humanos

Recruitinder

Recruitinder

¿Quién me iba a decir que utilizaría Tinder para explicar lo que hago en mi día a día como responsable de selección? Es más, cada vez que lo pienso, considero que su logo no es una casualidad y que esta aplicación es una manera de gestionar talento.

Llegué a Madrid un cuatro de febrero, en una época en la que servir un café tras hacer un montón de fotocopias y reservar el restaurante donde iba a comer la jefa, suponía sentirse afortunado y casi realizado, laboralmente hablando.

Aceptar aquella beca significaba no dejar escapar el tren que tantas veces había perdido. Unas prácticas de las que, prácticamente apenas aprendí. Unas prácticas curriculares que me convirtieron en una experta en redacción de CVs y rastreo online de puestos de trabajo.

Gracias a estas prácticas y a las ocho horas diarias que me permitían realizar un verdadero trabajo como era, el de buscar trabajo, enseguida lo conseguí: mi primera entrevista para un puesto de administración. Una entrevista en la que entré tiritando y salí temblando ¡menudos nervios! Recuerdo aquella tarde como si hubiera sido la semana pasada. No por haber sido la entrevista en la que mejor me he desenvuelto. Pero sí por ser la primera, como sucede con la mayoría de primeras veces.

Hoy, soy yo quien está al otro lado. Quien hace preguntas a menudo impertinentes, y espera respuestas en todo caso oportunas. Quien analiza gestos y palabras que muestren unas soft skills que el candidato no se atreve a pronunciar, quien demuestra saber leer entre líneas, y quien pretende hacer real ese estúpido tópico sobre rubias, fingiendo creer todos los faroles que los candidatos se tiran.

Pero también soy yo quien se muestra cercana, quien intenta transmitir tranquilidad y dejar patente que todos, alguna vez, nos hemos sentado en esa silla. También soy quien ofrezco un vaso de agua cuando oigo voces quebradas y la que doy segundas oportunidades antes de dar una negativa infundada o dudosa.

Hoy, casi diez años después, sonrío al escribir estas líneas al recordar mis primeros meses en Madrid. Llegué con ganas de comerme el mundo, de aprovechar las treinta y cinco horas del día – digo treinta y cinco porque no sé qué tenían los veintitantos, que me cundía el tiempo mucho más-

, con ganas de romper esos techos de cristal de los que tanto se hablaba. Recuerdo mi primer logro: formar parte del área de Recursos Humanos de la compañía y el deseo de seleccionar a los mejores para el que entonces era mi equipo. Y también, esas ganas locas de cubrir la vacante más complicada con la que me he topado: la de mi corazón.

Una tarde, en uno de los incontables afterworks semanales con mis amigas, entre todas me convencieron para darme de alta en una app de citas. Todo comenzó como un juego, una diversión y entretenimiento para las tardes de domingo en las que no tenía plan. Pronto me cansé, pero saqué una buena reflexión. Todo en la vida es selección.

Desde una posición privilegiada, aunque con una carencia y necesidad identificadas, eliges. Moviendo un solo dedo haces un swipe right: seleccionas a un primer candidato tras una gran criba con criterios más o menos objetivos y lógicos como puede ser la distancia o la edad (criterios estos que en ningún caso he empleado en la selección para un puesto de trabajo).

Luego vienen las killer questions: ¿A qué te dedicas?, ¿Cuáles son tus aficiones? o ¿Quieres tener hijos? Posteriormente, si consideras que se ajusta al perfil requerido, agendas una cita presencial. Ahí se decide si pasa a la segunda fase. Teniendo en cuenta, en todo caso, que es demasiado pronto como para quedarse con uno solo, por lo que hay que seguir swipeando.

Un segundo -e incluso siendo benévola tercer encuentro-, exige esgrimir un motivo de peso para un eventual descarte. Si ya son varios encuentros y planes los que se han hecho, pero seguimos queriendo lo mejor, y no nos conformamos habrá que pasar a la práctica del benching y así seguir entrevistando más candidatos sin dar calabazas a esos primeros. En el caso en que esta nueva batería de candidatos obtenga una puntuación menor que nuestros bench warmers, volveremos a contactar con estos últimos disculpándonos por haber dado unas mínimas señales de vida – breadcumbing- y agendar una nueva entrevista.

Un proceso para cubrir una vacante es muy similar a la vida de una pareja ya sea fija, temporal, fija discontinua o incluso externa a la empresa. Desde el momento cero hay que considerar muchas de las competencias y valorarlas, lanzarse y asumir el riesgo de fallar, gestionar las emociones ante un ghosting y aceptar con resignación que el candidato, tras mostrarse muy interesado en el puesto, desaparece y ni siquiera acude el primer día de trabajo. Trabajar sin miedo a una renuncia y estar atento ante atisbos de un quite quitting para seguir cuidando la relación y evitar que la llama tinderiana se apague.

En todo caso, la vacante de mi corazón quedó cubierta. No con Tinder, sino por un referral program

gracias al que mi amiga Paula se ganó una cena en nuestro lugar favorito de Madrid.

Sección patrocinada por

NOTICIAS RELACIONADAS

DEJA UNA RESPUESTA

Deja un comentario

Lo más leído
Los lectores Opinan


¿Cuál de las siguientes opciones describe mejor el enfoque de formación en tu empresa?

Ver los resultados

Cargando ... Cargando ...

Regístrate en el boletín de RRHHDigital

* indicates required
Opciones de Suscripción
En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 5 de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (en adelante, "LOPD"), EDICIONES DIGITALES SIGLO 21, SL., le informa de que los datos de carácter personal que nos ha proporcionado mediante la cumplimentación de cualquier formulario electrónico que aparece en nuestras Web Site, así como aquellos datos a los que EDICIONES DIGITALES SIGLO 21, SL. acceda como consecuencia de su navegación, de la consulta, solicitud o contratación de cualquier servicio o producto, o de cualquier transacción u operación realizada a través de las Webs de nuestro grupo editorial EDICIONES DIGITALES SIGLO 21, SL., serán recogidos en un fichero cuyo responsable es EDICIONES DIGITALES SIGLO 21, SL. provista de CIF B86103140 con domicilio a estos efectos en Calle Comandante Franco, 24 28016, Madrid. Con carácter general, los datos de carácter personal que nos proporcione serán utilizados para atender sus solicitudes de información, así como informarle sobre nuevas actividades, productos y servicios de EDICIONES DIGITALES SIGLO 21, SL. Aquí puede leer nuestro aviso legal y política de privacidad.
rrhhdigital