RRHH Digital Los niños y niñas refugiados provenientes de la República Centroafricana, y sus compañeros cameruneses, ya pueden jugar con tranquilidad en las pistas deportivas realizadas por Red Deporte y Cooperación.
Gracias a los fondos de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), y el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el terreno, Red Deporte estuvo en Camerún durante los últimos meses para llevar a cabo un proyecto integral que busca mejorar las condiciones de vida de los refugiados centroafricanos que se encuentran en Camerún, a través del deporte.
La República Centroafricana está siendo acosada por conflictos armados constantes, un golpe de estado tras otro, y una inseguridad generalizada. Es por esta razón que desde 2005, Camerún ha ido recibiendo progresivamente una población de refugiados originarios de este país, en las provincias del Este y del Adamaoua, que huyen a los grupos rebeldes armados. Éstos atacan a las colonias de los Mbororos (grupo étnico fulani, seminómada y tradicionalmente pastores), con el fin de robar el ganado y de raptar a los niños y las mujeres para pedir rescates.
Las actividades de Red Deporte en el país se llevan a cabo en colaboración con otras organizaciones humanitarias y de desarrollo, que trabajan para asegurar las necesidades de los refugiados, y también de muchos cameruneses, cuyas condiciones de vida son a veces muy similares a las de sus vecinos.
El proyecto no solo incluye la creación de pistas deportivas (en este caso un terreno grande de fútbol, otro de tamaño escolar, una pista de netball y un terreno de voleibol), sino también la construcción de una escuela primaria, y la formación de jóvenes líderes en actividades recreativas, para que continúen las actividades con los niños y jóvenes una vez Red Deporte haya terminado.
Se ha demostrado que el deporte no solo es una actividad que fomenta el bienestar físico, sino que aporta oportunidades para que niños y jóvenes encuentren una vía de escape de la violencia o la delincuencia. Fomenta sus aptitudes sociales, y crea vínculos de amistad. En el caso de las mujeres, el deporte es una oportunidad única para expresarse, desarrollar su asertividad e impulsar su posición en la sociedad, muy débil entre las comunidades Mbororos.
“Se nota muchísimo la diferencia desde el primer día que llegamos. Las niñas y mujeres no se atrevían siquiera a decir la palabra “balón”. Pero con el tiempo, con la sensibilización y las actividades, han empezado a abrirse, y los beneficios se están notando cada día,” cuenta Beatriz Gómez, coordinador de Red Deporte en Camerún.
Camerún acoge a más 87.300 refugiados centroafricanos, una cifra que va aumentando desde los últimos acontecimientos en el país, cuando a finales de marzo 2013, Michel Djotodia se autoproclamó presidente, tras varias semanas de violencia y conflictos entre el gobierno y los rebeldes.
Boulembe es un pequeño pueblo en el este de Camerún, que cuenta con unos 900 refugiados. El 63% (550) son niños menores de 17 años, y solo 74 de ellos están inscritos en la escuela.
Por esa razón, una de las canchas, más específicamente la pequeña de fútbol, se ha construido cerca de la escuela primaria de Boulembe, para motivar la escolarización y desanimar el abandono escolar de los 570 alumnos que están inscritos, de los cuales solo hay 74 refugiados. El material deportivo está a disposición del director de la escuela para que pueda gestionarlo para los niños y los jóvenes en colaboración con los líderes comunitarios formados por el proyecto.
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