El trabajo es el lugar donde más horas pasamos a lo largo del día, por eso, no es solo importante tener la suerte de dedicarnos a algo que nos guste, también cuenta el ambiente laboral. Poder ser productivos se vuelve una ardua tarea si nos topamos con compañeros “tóxicos”. No obstante, debemos trabajar la empatía, el respeto y mantener un ambiente lo más cordial posible. Lo más positivo en estos casos es alejarnos y rodearnos de aquellos que nos motivan y fomentan nuestras ganas de querer superarnos cada día.
Aunque no existe un patrón exacto, es frecuente encontramos con ciertos tipos de compañeros. A continuación os ponemos algunos ejemplos para que podáis identificarlos.
Si en nuestro trabajo contamos con alguno de estos perfiles, es probable que la productividad se vea mermada, vayamos con desgana, disminuya la creatividad, etc. Sin embargo, no tenemos que dejarnos vencer. Lo primero que debemos hacer es poner límites y practicar la empatía. No dejar que el entorno negativo nos afecte es importante, por eso hay que focalizarse en los objetivos.
Por último, aprovecha el tiempo de descanso para desconectar y socializar con aquellas personas que te aportan un chute de energía para continuar con el trabajo.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.
RRHHDigital