Es una de las sedes más llamativas y curiosas a nivel nacional y, sorprendentemente, la clave, el misterio y la gran sorpresa se encuentra en su interior. Desde fuera todo parece normal: oficinas amplias, grandes ventanales, gente entrando y saliendo... Pero una vez que entras, todo cambia. Viento incesante que provoca remolinos, pelos alborotados... poquito falta para que los papeles salten también por los aires. Un fenómeno que definen como microclima pero que bien podría ir a estudiar el mismísimo Iker Jiménez, porque para muchos lo que sucede en esas oficinas bancarias es más bien un suceso paranormal.
*Si te ha resultado interesante este artículo, te animamos a seguirnos en TWITTER y a suscribirte a nuestra NEWSLETTER DIARIA.
RRHHDigital